Teresa Rey
Preguntas
¿Es recomendable usar espráis para la nariz taponada?
Se deben utilizar siempre con precaución y durante un tiempo limitado para evitar un efecto rebote
Uno de los síntomas más molestos que puede ocasionar principalmente un simple catarro es el taponamiento de la nariz a consecuencia de una inflamación en las mucosas nasales o rinitis, que a su vez también puede producirse por una alergia. En cualquiera de los casos, es un trastorno que incomoda y muchas veces acudimos a la automedicación para calmarlo. Nos apoyamos, sobre todo, en los espráis nasales para calmar esta manifestación. Sin embargo, los expertos nos advierten sobre el uso de estos productos.
En qué personas se desaconsejan
Los descongestivos nasales se han de utilizar con precaución, pues algunos de sus principios activos pueden tener una acción sobre el sistema cardiovascular. De hecho, están desaconsejados en personas con patologías relacionadas con el corazón, diabetes, hiperplasia prostática benigna, problemas relacionados con la tiroides o con glaucoma.
De igual modo, estos aerosoles pueden generar un efecto rebote si no se utilizan según nos indique el médico y siguiendo la posología que nos paute. Tanto es así que en ocasiones se produce lo que se ha catalogado como rinitis medicamentosa. El paciente observa que necesita cada vez más dosis de estos fármacos para conseguir el efecto de alivio que le proporcionaba el producto, entonces se administra más, creando adición y generando una obstrucción cada vez mayor e intensa en la nariz, y que además ya no tiene nada que ver con la causa desencadenante.
Otras alternativas
Por lo tanto, ¿qué tenemos que hacer si sufrimos este síntoma? Los expertos nos aconsejan que ante todo tengamos paciencia porque en general suele remitir a los pocos días. Mientras tanto, hay varias posibilidades antes que recurrir a los sprais nasales, a los que tampoco se trata de descartar del todo, pero lo aconsejable es preguntar antes a nuestro médico por todo lo mencionado anteriormente.
Tenemos que beber mucha agua para favorecer que las mucosidades se vuelvan líquidas y se expulsen con más facilidad. Otra alternativa es realizar lavados nasales con agua de mar o soluciones salinas. El vapor que se origina tras una ducha por ejemplo es bueno para que se expulsen ciertas secreciones, y el empleo de un humificador en el cuarto donde vayamos a dormir ayudará a que respiremos mejor por las noches. En ocasiones, como remedio natural se recomienda utilizar aceites esenciales de eucalipto también.