¿Cuáles son los mejores juegos para ejercitar la memoria y la inteligencia?

Los juegos no son solo cosa de los más pequeños. Cuando somos adultos, estos hobbies se convierten en una buena forma de evadirnos de nuestras preocupaciones o de las obligaciones diarias; además de servirnos para pasar un buen rato con amigos y familia. Estos pasatiempos fortalecen nuestras habilidades cognitivas a medida que pasan los años. Una buena dosis de diversión y entretenimiento para, por lo tanto, por ejercitar nuestra mente para mantenerla activa y joven. 

Y es que las capacidades intelectuales van cambiando conforme pasan los años y se modifican por nuestras experiencias vitales, del entorno que nos rodea, o del nivel de estimulación ambiental que disfrutemos. Poner a trabajar nuestras neuronas resulta, como coinciden algunos expertos, lo más beneficioso para aumentar nuestra concentración, que tengamos una mayor agilidad mental, que nuestra memoria no nos falle o que nuestro cerebro se estimule.  

Juegos para entrenar la mente

¿Sabías que el ajedrez es una fantástica forma de aumentar nuestra inteligencia? No es del todo sencillo y se necesitan horas de aprendizaje y juego. Sin embargo, esos desafíos mentales que se plantean encima del tablero ayudan a ejercitar la mente en busca de la mejor estrategia para mover las piezas y ganar la partida.

La misma habilidad mental que requiere enfrentarse a un sudoku, por ejemplo. Este juego en solitario parece que no tiene demasiado misterio y se trata de llenar celdas con números. Pero nada es lo que parece y las reglas nos obligan a estar muy atentos para no repetir las cifras en cada cuadrante. Una buena forma de ejercitar nuestro pensamiento deductivo y la inteligencia lógico-matemática. 

¿Y qué me dices de los puzzles? Acertar con la pieza exacta hasta lograr dar forma un dibujo nos puede tener entretenidos durantes horas. Así, gracias a la coordinación mano-vista, a reconocer ciertos patrones –relacionados con la forma o el tamaño–, o desarrollar estrategias basadas en el binomio problema-solución, podemos ejercitar nuestra mente. E incluso nuestra propia autoestima si comprobamos que somos capaces de resolver un enigma de más de 1.000 piezas, por ejemplo. 

No obstante, estos son solo los tres más destacados. No hay que olvidar otros como los tradicionales pasatiempos: crucigramas, autodefinidos, sopas de letras... que remueven nuestras neuronas en busca de la solución, o incluso el famoso cubo de Rubik, cuya resolución nos mantendrá horas ejercitando la mente (y las manos).