Teresa Rey
Preguntas
Los gimnasios mentales ayudan a rejuvenecer el cerebro de los mayores
Son centros con ejercicios que alteran las rutinas y estimulan la concentración y la memoria
Al referirnos a un gimnasio nos imaginamos un espacio lleno de todo tipo de aparatos para fortalecer bíceps, tríceps, abdomen o glúteos, y gente sudorosa tratando de cuidar su cuerpo por diversos motivos. Pero hay otra variedad de estos establecimientos, también existen los gimnasios mentales. Estos trabajan otro parte no menos importante, tal vez el principal del organismo: el cerebro.
La neuróbica
Algunos de estos centros se basan en la gimnasia neuróbica, que de forma simplificada consiste en alterar el orden de nuestras rutinas. Así ponemos a prueba nuestro cerebro ya que alteramos la percepción de las cosas, pero no nuestros hábitos. De esta manera estimulamos a la materia gris, la ponemos a prueba.
Los ejercicios son muy variados, podemos desde leer la prensa al revés, hasta ponernos el reloj en el brazo contario al habitual o vestirnos con los ojos cerrados. Así provocamos que la mente salga de su ruita y favorecemos la formación de dendritas y neuronas.
Normalmente en los gimnasios de la mente se crean programas personalizados adaptados a cada individuo, teniendo en cuenta su edad, su estado mental y cuáles son los objetivos.
Beneficios en mayores
La gimnasia mental no puede aplicarse igual en todas las edades y para cada etapa de la vida se han de establecer ejercicios específicos. En el caso de los mayores algunos estudios han demostrado que la neuróbica es positiva para prevenir el alzhéimer pues trabaja capacidades cognitivas como la memoria o la atención.
Entre los beneficios que reporta a las personas mayores esta forma de trabajar la mente, destaca una mejora de la motricidad. También es buena para la autoestima pues se trata de actividades que se hacen en grupo y fomentan las relaciones humanas, aunque el programa se adapte a cada necesidad particular. Al apreciarse una mejora en general de las capacidades cognitivas su independencia se ve incrementada y se sienten más capaces de hacer cosas de forma autónoma.
En general, los expertos de este tipo de entrenamiento enfocado en la estimulación cerebral, y al margen del método empleado, aseguran que en personas adultas o cerebros maduros ayuda a ralentizar el proceso de envejecimiento de este órgano. De hecho, también es posible aplicarlo en pacientes oncológicos que han visto mermadas sus capacidades de atención o concentración y memoria, entre otros.