Victoria Herrero
Preguntas
¿Las personas mayores pueden padecer nictofobia o miedo irracional a la oscuridad?
Este temor no es solo algo de la época infantil, sino que se puede reproducir años después
Es algo que puede que a todos nos haya pasado de niños. Ese momento de terror cuando se apagaba la luz de la habitación y en nuestra cabeza aparecían fantasmas imaginarios que se escondían tras la puerta del armario. Sin embargo, en algunos casos, esas pesadillas infantiles no desaparecen con el tiempo y perviven llegando a cronificarse. Es lo que se conoce como nictofobia o miedo irracional a la oscuridad y que también pueden sufrir las personas mayores.
Ataques de ansiedad, un estado de alerta constante durante toda la noche que hace imposible conciliar el sueño, sudoración, nervios, agitación de la respiración... Estos son algunos de los síntomas externos más evidentes cuando una persona mayor padece nictofobia debido a que el problema lleva enquistado desde hace años, no ha sido tratado como era debido o se ha producido como consecuencia de una experiencia traumática.
En ocasiones, esos pensamientos negativos también se manifiestan en personas con una personalidad más sensible, a las que cualquier cambio, emoción o circunstancia les afecta mucho más. Y es que no solo tienen miedo de quedarse a oscuras para dormir (siempre deben tener una luz encendida), sino que les da pavor salir a la calle por la noche, andar por una zona poco iluminada o experimentan angustia si de repente se produce un apagón.
En definitiva, no hablamos de un simple miedo, sino de una fobia. Un trastorno de ansiedad que en este caso guarda relación con esos pensamientos negativos que asociamos a la ausencia de luz. Señales que, en el caso de las personas mayores, se pueden sumar a otras patologías que ya tengan de antemano.
Herramientas para el tratamiento de la nictofobia
Una vez que se ha diagnosticado en una persona mayor ese miedo pavoroso a quedarse en completa oscuridad, el tratamiento para acabar con ese estado nervioso pasa por la administración de ansiolíticos o antidepresivos.
Un tratamiento farmacológico que se puede acompañar de sesiones de psicoterapia para encontrar la raíz de ese miedo, al tiempo que se ayuda al paciente a evitar los pensamientos negativos que se asocian a la oscuridad. En este sentido, son bienvenidas todas aquellas iniciativas que favorezcan la relajación de estos pacientes para "enfrentarse" a la oscuridad en un entorno en calma.
Otras buenas recomendaciones para evitar la nictofobia son:
- Evitar las siestas demasiado largas o tardías, ya que entonces puede que por la noche no se tenga sueño. Lo mejor es llegar algo cansado al final del día para no tener "tiempo" de pensar en esos temores.
- Practicar algo de meditación al final del día para relajar tu mente. Otra idea para distraerte es leer un libro o ver una buena serie (nada de teléfonos móviles).
- Si vives solo y te preocupa tu seguridad por la noche, de ahí tus temores, puedes instalar una alarma. Pero una cosa es ser precavido y otra obsesionarse con el tema.