¿Qué opciones tengo si no puedo atarme los cordones?

A nivel de psicomotricidad, atarse los cordones es una acción que, pese a lo rutinaria que es, necesita de una cierta capacidad de coordinación y de amplitud del rango de movimientos. Pueden ser muchos los motivos que nos impidan atarnos los cordones con normalidad, sin embargo, es importante que conozcas qué alternativas tienes para llevar a cabo esta acción.

Apuesta por el velcro

Las clásicas zapatillas con velcro pueden ser una solución más que eficiente para cuando, tanto nosotros como algún familiar, tengamos problemas de movilidad. Su funcionamiento es muy sencillo y son cada vez más las personas mayores que se decantan por este tipo de calzado para encontrar el ajuste deseado.

Cordones elásticos

Los cordones elásticos son una de las soluciones más utilizadas en determinadas especialidades deportivas, como el triatlón, por la rapidez con la que podemos ponernos y quitarnos las zapatillas, sin perder la sensación de llevar el pie bien recogido. Aunque no vayamos a hacer deporte, podemos encontrar cordones elásticos en una gran cantidad de colores, perfectos para combinar con cualquiera que sea nuestra necesidad a nivel de vestuario.

Para ajustarlos, deberemos prestar atención al punto en el que nos sintamos lo suficientemente cómodos para que la zapatilla no se nos suelte al caminar, pero que no nos presione demasiado. Es importante que vayamos probando hasta lograr la posición perfecta. 

Tecnología

Existen marcas en el mercado que cuentan con tecnología desarrollada para hacer de atarse los cordones un proceso mucho más sencillo. Nike es un buen ejemplo de ello. A través de su apuesta por la accesibilidad, la firma de Oregón cuenta con una tecnología a la que han bautizado como Flyease. Sustituyen todos los cordones de las zapatillas por una cremallera, y todos los años presenta una línea de productos especialmente adaptados para personas con determinados problemas de movilidad.

Zapatos sin cordones

Siempre es un buenmomento para utilizar zapatos sin cordones. Es más, hay zapatillas que tampoco los tienen, pues se ajustan al pie por su elasticidad.