Teresa Rey
Preguntas
Para qué se utiliza la anestesia epidural en personas mayores
La anestesia epidural y raquídea se emplea en intervenciones relacionadas con fracturas de cadera
La anestesia epidural y raquídea se emplean para bloquear el dolor en algunas intervenciones específicas. Las inyecciones contienen por tanto medicamentos analgésicos que alivian o impiden esta sensación en determinados procedimientos. Su zona de acción es principalmente la parte inferior del cuerpo, por lo que en el caso de personas mayores u otros pacientes se emplea cuando se vayan a hacer cirugías que implican estas ubicaciones.
Médula espinal
Los fármacos de la anestesia epidural se introducen mediante un pinchazo que se efectúa en el espacio que hay alrededor de la médula espinal, que se llama espacio epidural, o la parte más externa del canal vertebral. La inyección contiene una serie de compuestos cuyo objetivo es bloquear o insensibilizar una parte del cuerpo para no sentir dolor.
Los efectos se sienten alrededor de los diez o veinte minutos y se emplea en cirugías que requieren varias horas. Por su parte, la anestesia raquídea se pone dentro del líquido que contiene la médula espinal y el efecto es inmediato. En estos casos los procedimientos son más cortos y no es necesario usar catéter.
Las cirugías en las que se emplea
Las dos pueden usarse para procedimientos relacionados con los genitales o las vías urinarias, como es el caso de la resección de la próstata, por ejemplo. También para trastornos de la parte inferior del cuerpo como pueden ser las varices. Asimismo, en algunos casos las fracturas de cadera se operan con anestesia raquídea.
La epidural se utiliza también además de en los partos, para cirugías relacionadas con la pelvis como por ejemplo en la del suelo pélvico.
De forma genérica este tipo de anestesia local se emplea cuando el proceso quirúrgico es demasiado doloroso por lo que se hace necesario acudir a algún calmante. Al mismo tiempo este debe comprender alguna de estas zonas: el abdomen, la zona de la pelvis o las piernas o los pies, y durante el mismo el paciente tiene que poder estar en una postura cómoda.
Del mismo modo, si la persona que va a operarse lo solicita porque desea una recuperación más rápida y se puede aplicar, es posible acudir a la epidural o a la raquianestesia.
Hay que tener en cuenta que ambos tipos de anestesia tienen menos riesgos que la general, lo que no quiere decir que carezcan de ninguno, y la recuperación de los sentidos es más rápida. No obstante, a veces hay que esperar un tiempo hasta que se pueda caminar normalmente.