Preguntas

Paranoias en el alzhéimer: ¿por qué se producen y cómo actuar?

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Miércoles 31 de julio de 2019

3 minutos

Estas manifestaciones son delirios de los enfermos que les llevan a sospechar de todo su entorno

Alzheimer
Teresa Rey

Foto: Bigstock

Miércoles 31 de julio de 2019

3 minutos

La enfermedad de Alzheimer se manifiesta a través de síntomas muy diversos siendo dos de los más comunes las paranoias y las suspicacias. Ambos son los que más angustia y desasosiego producen tanto en los enfermos como en los cuidadores, explican desde la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer “Tierra de Barros” (@AlzTierraBarros). Su manejo es, por tanto, importante para los dos.

Qué son las paranoias

La paranoias son delirios que hacen creen al enfermo que el resto de las personas que le rodean son malas, injustas o están intentando hacerle daño. También se llegan a imaginar que les persiguen, y todo ello sin una base real.

Como consecuencia el afectado se vuelve sospechoso y miedoso, de hecho pueden acusar de robo a quien les cuida, de que les engañan con otros o que rumorean a sus espaldas. Las paranoias tienen además relación con la pérdida de memoria que va apareciendo en el alzhéimer. Tanto es así que cuando empiezan a no recordar dónde han puesto las cosas, es cuando acusan al cuidador de que se las ha quitado. Sospechan de todo lo que les rodea. Del mismo modo, cuando dejan de reconocer a quienes están a su lado, consideran que son desconocidos y comienzan a desconfiar de los que están alrededor.

Enfermos de alzhéimer

Consejos para el cuidador

Según el grado de estas paranoias el médico puede recetar algún psicótico, pero esto solo lo debe decidir el facultativo y aplicarlo si lo considera necesario. En estas situaciones es vital que el cuidador sepa cómo actuar y no se sienta frustrado frente a estas reacciones del paciente.

  • Lo ideal es estar tranquilo si te acusa de algo y no reaccionar. No es bueno contradecir lo que nos diga a pesar de que sepamos que está equivocado.
  • Hay que evitar la discusión y no tomarse la acusación como algo personal. Sigue su lógica en los argumentos.
  • Confirmar que las sospechas son infundadas para tener toda la información y estar totalmente seguro de que no hay sustento real en lo que nos ha dicho.
  • Informarle de que está en un entorno seguro y que no debe preocuparse.
  • Para calmarle mientras le decimos todo esto le podemos tocar con cariño o darle un abrazo, dándole a entender que le queremos.
  • Si ha perdido algo se le puede ayudar a buscarlo y cada vez que se encuentre cualquier cosa que evoque un recuerdo es posible hablar de ella.
  • Trata de mantener distraído al enfermo con actividades, música o conversación y logra crear un ambiente de estabilidad familiar y rutinas.

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Teresa Rey

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