¿Podemos confiar en que el aspartamo sea un edulcorante seguro?

El aspartamo es uno de los edulcorantes que más se usa en la industria alimentaria. Se obtiene uniendo los aminoácidos ácido aspártico y fenilalanina. Esta mezcla da lugar a una sustancia muy dulce de modo que se utiliza como sustito del azúcar, ya que con poca cantidad se consigue el mismo efecto y además se reducen las calorías del producto. Se suele utilizar por ejemplo en muchos refrescos y se identifica como E-951.

Informes a favor y en contra

Durante un tiempo se consideró que este edulcorante era nocivo para la salud, y auún hoy en día hay corrientes e investigaciones que así lo determinan. Pero, ¿qué hay de verdad en estas afirmaciones?

Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU @consumidores), el aspartamo supone más de 60% del mercado mundial de estas sustancias. Su uso fue aprobado en 1981 por la Agencia de Estados Unidos de Seguridad Alimentaria (FDA), y en la Unión Europea su uso se extendió por todos los miembros en el año 1994, aunque previamente ya se admitía en algunos de ellos.

Diversos estudios indican que el consumo de este edulcorante provoca cáncer. No obstante, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), tras distintas comprobaciones por su parte, asegura que la ingesta de aspartamo no implica un aumento de los tumores.  De hecho, otras investigaciones realizadas para comprobar si esto era así desmintieron que desencadenara esta enfermedad u otros efectos adversos para la salud.

Linfoma y leucemia

En 2005, un informe dictaminó que si su consumo era muy elevado podía ocasionar linfoma y leucemia en ratas, pero la FDA lo revisó y encontró numerosas deficiencias en el mismo. De modo, que no lo dio por válido.

Después se han sucedido distintos estudios sugiriendo los mismos resultados, pero tras hacer las revisiones pertinentes, las autoridades alimentarias de diversos países insisten en que esta sustancia no es perjudicial para la salud.

Actualmente la ingesta diaria admisible recomendada de aspartamo es de 40 miligramos por kilogramos de peso. La EFSA asegura que durante los 30 años que se lleva empleando este edulcorante no se ha observado ninguna relación causa-efecto entre su consumo y el cáncer. Por ello, ha concluido que no supone ningún riesgo para el consumo humano, siempre que se respeten las recomendaciones diarias de ingesta.