Mariola Báez
Preguntas
¿Por qué no deben manipularse los lunares o las verrugas sin control médico?
No todas estas lesiones cutáneas son iguales, por lo que es necesario un diagnóstico previo acertado
Los lunares y las verrugas son pequeñas alteraciones que pueden presentarse en la piel de manera frecuente y, en la mayoría de las ocasiones, no tienen importancia ni revisten peligro alguno.
Se trata de dos “anomalías” muy distintas. Como explica la Fundación Piel Sana (@pielsana_aedv), los lunares son fruto de una acumulación de células encargadas de dar color a la piel, los melanocitos. Todo el mundo tiene lunares, en mayor o menor cantidad, y es normal que cambien en tamaño o tono a medida que cumplimos años. Son tumores benignos que probablemente permanecerán del mismo modo durante toda la vida. Aun así, en la edad adulta, cualquier alteración debe ser revisada por un médico general o especialista en Dermatología.
Las verrugas por su parte, tienen su origen, también, en una acumulación de células epiteliales pero, en este caso, son resultado de una infección provocada por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Son benignas, pero también requieren una revisión antes de aplicar algún tratamiento que consiga eliminarlas, algo que en más de la mitad de los casos no es necesario, ya que, pueden desprenderse o experimentar una regresión espontánea.
Los motivos por lo que es mejor “no tocar”
La piel es un órgano más de nuestro cuerpo, de hecho, el más extenso y el que se encarga de protegernos de las agresiones externas. Piensa que, igual que no manipularías tu hígado (si pudieses), tampoco debes aplicar “terapia” o tratamiento alguno desde el desconocimiento.
Aunque no es cierto que por tocar tus lunares estos se vuelvan “malos”, lo que sí es importante tener claro es que si un lunar presenta una alteración (forma, color, sangrado, picor…) debes consultar con el médico, porque como recuerda la Asociación Española Contra el Cáncer (@aecc_es) esa alteración puede ser un primer signo de melanoma maligno que debe ser tratado de manera adecuada e inmediata. Si tú mismo manipulas el lunar, podrías dificultar un diagnóstico certero.
Las verrugas vulgares (las que aparecen en la piel) no son en general peligrosas pero sí molestas y poco estéticas. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluso bajo la uñas o en la planta del pie (papiloma). Su tratamiento, en caso necesario, es bastante sencillo, ya que consiste en un raspado del área y la aplicación de algún producto específico que consiga desprenderla, generalmente a base de ácido salicílico, pero hay que insistir en que cada caso es distinto y en que el consejo de un dermatólogo siempre hará que actúes sobre seguro. En ocasiones, una manipulación inadecuada no solo resultará dolorosa sino que, además, podría provocar una lesión cutánea más grave.