Teresa Rey
Preguntas
La proloterapia, una terapia regenerativa que se emplea para aliviar el dolor
Son inyecciones con sustancias específicas que se colocan en la zona de la articulación dañada
La proloterapia es una técnica para abordar el dolor mediante inyecciones que poseen unas sustancias específicas, que se colocan en la zona de la articulación donde se presenta la molestia. La intención es que a través de esta terapia se regeneren de forma natural los tejidos que tienen el problema, es decir, ligamentos, tendones, cartílagos o huesos. Realmente el nombre es una abreviatura de lo que significa, “terapia de proliferación”, y se refiere a la propagación rápida del colágeno y del cartílago, que facilitan la recuperación natural del organismo.
Sustancias inyectadas
La solución que se inyecta contiene destroxa (azúcar), que se combina con otras sustancias. A veces son anestésicos como la procaína o la lidocaína, y en ocasiones pueden ser vitaminas.
El compuesto se introduce por medio de una inyección que se dirige hacia el área donde hay dolor, tanto en su interior como alrededor de la misma, esto es, principalmente en las estructuras de los ligamentos y de los tendones. En una misma sesión se pueden tratar varias articulaciones y el abordaje puede cambiar en función de la gravedad del dolor.
Si los expertos lo requieren así se pueden preparar soluciones con células madres provenientes del tejido adiposo del paciente o de su médula ósea y plaquetas de sangre, tal y como se hace con la técnica del Plasma Rico en Plaquetas.
La habitual es realizar entre tres y cuatros sesiones, que se tienen que espaciar en el tiempo dejando pasar varias semanas entre cada una. Según los expertos, con la proloterapia se consigue mejorar la funcionalidad de las articulaciones lesionadas, la fuerza y movilidad de las mismas, disminuir el dolor y así como la rigidez.
Dudas sobre su efectividad
Esta terapia no está aceptada por toda la comunidad científica y hay quien duda de su verdadera efectividad. Hay estudios a favor y en contra, y desde algunos ámbitos se considera que no obtiene los resultados que prodiga.
Algunos autores aseguran que no existen pruebas concluyentes que muestren que las inyecciones de proloterapia sean por ejemplo eficaces en el dolor lumbar crónico, al menos en lo que se refiera a paliar el dolor y a disminuir la incapacidad que genera. Si se utiliza sola no surte efecto, pero si se combina con otros tratamientos que incluyen ejercicios y manipulaciones en la zona, sí se ha demostrado que puede ofrecer una mejoría en estos aspectos.