¿Qué alternativas hay a la operación si tienes vista cansada o presbicia?

La presbicia es una de las consecuencias normales del envejecimiento. También llamada vista cansada, no es otra cosa que la pérdida gradual de la capacidad para enfocar de cerca. Según la American Academy of Ophthalmology (@Aao_ophth), se puede empezar a notar a partir de los 40.

Esta pérdida natural de visión puede considerarse como algo alarmante y hacerte plantearte la operación, sin embargo, no es la única solución. De hecho, en sí mismo y si no va acompañado por otros trastornos más graves, no suele tener importancia más allá de la incomodidad de no ver bien de cerca.

Soluciones para la presbicia o vista cansada

Obviamente, la operación es la solución definitiva a este problema de visión. Sin embargo, si no tienes otros problemas asociados (dolores de cabeza, mareos, vómitos…) u otras enfermedades que te exijan pasar por el quirófano (cataratas, degeneración macular…) es posible que quieras evitar la operación.

En ese caso, la solución más rápida, cómoda y menos invasiva es la utilización de gafas o lentillas. Las llamadas gafas de lectura ni siquiera necesitan receta o graduación (aunque lo recomendable siempre es que un oculista sea quien elija las mejores para nuestro caso) y ayudan a corregir estos problemas refractando la luz antes de que llegue al ojo.

Si tenemos otros problemas oculares (miopía, astigmatismo, etc.), necesitaremos un tipo de gafa específico, que puede ser bifocal, trifocal o progresiva, y en este caso no solo es importante que estén graduadas, si no que nos hagamos chequeos periódicos para comprobar si nuestra vista ha mejorado o empeorado y, por tanto, si debemos cambiar de graduación. La American Academy of Ophtalmology recomienda que, a partir de los 65 años, se debe examinar la vista cada doce o veinticuatro meses como mucho. Las personas mayores son quienes más variaciones experimentan en su salud ocular.

Tu oftalmólogo puede ayudarte a decidir cuál es la mejor solución para ti. En cualquier caso, la operación para la vista cansada o presbicia es muy sencilla. La forma más habitual de realizar es mediante un láser, la recuperación es indolora y en un solo día el paciente ya puede hacer vida normal, al margen de los fármacos o lágrimas artificiales que se hayan recetado.