Qué es la caries radicular y cómo debemos tratarla

La caries son la enfermedad bucal con mayor prevalencia en la población, pudiendo producirse a cualquier edad. En concreto, la caries radicular es la que aparece en la raíz del diente, es decir, la parte que se encuentra dentro del hueso alveolar y la encía. Este tipo de caries son más frecuentes en pacientes de mayor edad por los motivos que vamos a explicar más adelante.

En condiciones normales, la raíz se encuentra cubierta por la encía y el hueso y es imposible que pueda desarrollarse dicha afección. Sin embargo, en adultos mayores se dan factores que hacen que la raíz se exponga al medio oral, motivando la aparición de este tipo de caries.

¿De qué factores hablamos?

La doctora de Dentix (@Dentix_es) Luz María Castro nos cuenta que uno de los elementos más importantes es la enfermedad periodontal, una infección bacteriana que provoca la pérdida de sostén de los dientes con retracción gingival y posterior pérdida ósea. Otro factor son las lesiones de la raíz expuesta, como los desgastes por cepillado o las abfracciones que hacen que el tejido de la raíz se debilite y sea más fácil que nazca la caries.

¿Cómo tratarla?

Al igual que en otros tipos de caries, el tratamiento a realizar dependerá de la profundidad de la misma. En el caso de la caries radicular, el tejido que afecta se llama cemento radicular. Se trata de un material más poroso y menos resistente que el esmalte coronal, por lo que el avance de la caries es más rápido y, cuando el paciente se da cuenta, el tratamiento suele ser más complejo.

Lo más simple sería realizar una obturación o reconstrucción de la zona afectada cuando no existe dolor, aunque sí puede haber sensibilidad dental. Cuando hay molestias, el nervio está afectado o la caries es profunda pero accesible, se propone una endodoncia. Como última opción, hay casos en los que hay que extraer la pieza dental porque la destrucción es tan severa que no puede restaurarse, llevando a cabo después su sustitución.

En cualquier caso, debes acudir al dentista para que diagnostique y trate adecuadamente tu caso. Por otro lado, es indispensable hacer revisiones periódicas, sobre todo si sufres problemas como la enfermedad periodontal. Y, por supuesto, seguir una dieta saludable, una higiene bucal adecuada, con el uso de productos fluorados, y reducir el consumo de tabaco. El mejor tratamiento siempre es la prevención.