Teresa Rey
Preguntas
¿Qué es el drenaje linfático y para qué se utiliza?
Es un masaje que ayuda a estimular la circulación sanguínea y a paliar la retención de líquidos
El drenaje linfático es un método que se emplea para estimular el sistema linfático con diferentes finalidades. Este sistema está formado por un conjunto de órganos, conductos, ganglios y vasos que transportan un líquido, la linfa, hasta la sangre, y constituye una de las partes centrales del sistema inmunológico. La linfa está formada por glóbulos blancos y un líquido con proteínas, grasas, agua e hidratos de carbono. Cuando surgen dificultades en este sistema o se quieren estimular determinadas zonas, se puede recurrir a un masaje que se conoce como drenaje linfático. Sus aplicaciones son diversas se emplea en estética para la celulitis, para el rejuvenecimiento facial o para otros trastornos relacionados con la linfa.
El sistema linfático
Los ganglios linfáticos son muy importantes pues, aunque no se sienten, se encuentran en forma de racimos en distintas partes del organismo como el cuello, la ingle, las axilas, el abdomen y el interior del tórax. Además, intervienen en la formación de células inmunitarias, de hecho son los que nos avisan cuando tenemos una infección, ya que cuando las bacterias entran en contacto con ellos reaccionan produciendo más glóbulos blancos para combatirlas y se inflaman. Por eso a veces los sentimos en el cuello cuando se hinchan por ejemplo las amígdalas.
El sistema linfático nos ayuda a depurar el organismo de sustancias de desecho y también a protegernos de bacterias o virus.
El masaje
El drenaje linfático es un masaje basado en movimientos suaves y circulares que tiene distintas aplicaciones. Su finalidad es remover o estimular con la técnica manual de un profesional, el flujo de la linfa.
Los efectos de este masaje sobre la piel se traducen en una mejora de la microcirculación, por lo que en medicina estética suele emplearse para abordar la celulitis, dado que previene la retención de líquidos y otros problemas circulatorios. También alivia las piernas cansadas y en sí mismo es relajante, por lo que a su vez se recomienda para disminuir el estrés y equilibrar el organismo.
También se utiliza para tratar el linfedema, que es cuando el sistema linfático no drena de forma correcta la linfa porque presenta alguna obstrucción dando lugar a una inflamación. Este trastorno puede aparecer también como una secuela de mujeres con cáncer de mama y que se han sometido a una linfadenectomía, una técnica en la que extraen los ganglios (en este caso son los axilares).
Este procedimiento puede tener algunas contraindicaciones por lo que antes de recurrir al mismo es importante que el profesional nos informe previamente. Algunas de estas son tener insuficiencia cardiaca, trombosis, flebitis, linfedemas malignos o enfermedades de la piel entre otras. Aunque sobre este asunto quien mejor nos puede asesorar es un profesional de la salud.