¿Qué es la resiliencia? Hábitos para potenciarla

La pérdida de un ser querido, una mala etapa personal o situaciones difíciles por las que pasamos en la vida. Para hacer frente a todas estas adversidades, la resiliencia nos ayuda en ese afán por superar y sobreponernos a las malas rachas. Como explican desde el Instituto Español de Resiliencia, una persona resiliente es aquella que es capaz de aceptar la realidad tal y como le viene –por muy dura que esta sea–, unida a una capacidad por mejorar y una creencia en que la vida, pese a todo, tiene que seguir hacia adelante. 

No se trata de evitar esas malas épocas o que no nos afecten, defienden, sino de saber adoptar ciertas rutinas mentales y de superación para que esos malos episodios no nos estanquen y no nos dejen seguir avanzando en nuestra vida. "Una consistencia cognitiva y emocional para afrontar esos problemas". 

La resiliencia como modo de vida 

Cuando nos sucede algo doloroso y traumático, según los expertos, debemos aceptarlo tal y como nos viene y concedernos un tiempo de reflexión o de sentimientos encontrados. Pasado ese tiempo, es hora de tomar las riendas de nuestra vida de nuevo y tirar hacia adelante. Para aprender a relativizar debemos seguir una serie de pautas de autodescubrimiento personal –que no se logran de la noche a la mañana–:

• Identificar esos estados emocionales por los que estamos pasando y cómo afectan a nuestro cuerpo.
• Empezar a trabajar de cara a una nueva actitud vital y no solo por superar una mala racha personal. Así, es aconsejable elaborar una lista de estrategias que podemos adoptar para paliar ese dolor interno y tomar decisiones de forma consciente y consecuente con esos actos. 
• Concedernos el cometer errores. Somos personas que nos equivocamos y estamos aprendiendo a vivir de otra manera y eso lleva un tiempo. 

Personas resilientes

Así, las personas que toman esta actitud frente a la vida se caracterizan por: 

• Darse cuenta de esa realidad negativa y tomar respuestas honestas con respecto a esa situación de sufrimiento que están padeciendo. 
• Poner distancia física y emocional con respecto a esos problemas para verlos desde otro prisma. Pero todo ello sin caer en el aislamiento, por eso es importante saber relacionarnos con otras personas. 
• Capacidad de hacernos cargo de nuestros problemas y saber "controlarlos" en la medida de nuestras posibilidades. Unos problemas que podemos transformar en desafíos, si somos capaces de ver el lado positivo y la luz al final del oscuro túnel. 
• Es muy importante tener una mentalidad positiva, así como saber controlar nuestros sentimientos y estados de ánimo que afloran en esos momentos.