Qué función tiene un "stent" coronario, ¿se tienen que renovar?

Cuando las arterias se colapsan por la acumulación de lípidos y células inflamatorias, se produce una arterioesclerosis. Estas, al verse obstruidas, impiden una correcta circulación de la sangre. Esto puede desembocar en una angina de pecho, si ese taponamiento es parcial, o en infarto de miocardio, si este es completo. En la mayoría de los casos para recuperar el flujo sanguíneo de las arterias y tornarlo normal, se debe realizar una intervención quirúrgica llamada angioplastia junto a la colocación de un stent coronario. Según datos de la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon), en España se colocan más de 100.000 stents al año, y de ellos entre el 20% y 25% son por un infarto de miocardio.

Qué es y cómo se coloca

Un stent es una endoprótesis vascular, en forma de malla cilíndrica cuya estructura interior es hueca. Este dispositivo va montado sobre un balón que al hincharlo hace que la arteria vuelva a su dimensión normal, acabando de este modo con la oclusión. Dicho método se usa para liberar arterias, venas u otros lugares como conductos que transportan la orina (el uréter).

Para colocar los stent se tiene que efectuar un cateterismo cardiaco y una coronariografía.  Se colocan unos catéteres que llegan hasta el corazón a la par que se utiliza un sistema que permite la visión en rayos X de las arterias coronarias. Al detectar la zona dañada se efectúa la angioplastia coronaria. Esta consiste en la introducción del balón por medio generalmente de la arteria femoral a través de un pinchazo en la ingle y se traslada hasta el corazón mediante la visualización de los rayos X. A continuación se infla el balón para que la arteria se dilate y para evitar que se dañe la pared arterial y que se vuelva a obstruir se coloca el stent, que sella la lesión y reduce el riesgo de una nueva oclusión.

Tipos y mantenimiento

Hay varios tipos de stent. Por un lado están los convencionales, que son de acero o cromo-cobalto. Después, están los farmacoactivos que liberan una sustancia médica que minimiza el riesgo de que pueden volver a taponarse, y los farmacoactivos biodegradables que son muy similares a los anteriores, solo que en este caso el material se reabsorbe con el tiempo y desaparece de la arteria, aunque se utilizan en situaciones muy concretas.

Tras la colocación del stent es necesario seguir un tratamiento que nos indicará el cardiólogo. Estos especialistas aseguran que es un tratamiento seguro y eficaz. Al mismo tiempo no hay que olvidar que no curan la arterioesclerosis coronaria y que esta puede seguir evolucionando, por lo que es importante seguir las medidas preventivas que nos paute el médico.