Carlos Losada
Preguntas
¿Qué es el Síndrome Visual Informático?
Pasar mucho tiempo delante del ordenador o de otras pantallas afecta a la salud de los ojos
La propia denominación de Síndrome Visual Informático (SVI) deja muy claro de qué estamos hablando y cómo afecta el uso continuado de pantallas de ordenador y otros equipos tecnológicos a la visión. Se trata de una afección provocada por un prolongado enfoque de nuestra vista sobre una pantalla, sin que apenas haya descansos. Y por prolongados nos referimos a periodos que superan las tres horas al día (algo que ocurre habitualmente en las oficinas y que también es habitual en muchas personas mayores cuyo principal ocio pasa por el uso constante del ordenador o la tableta).
El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas lo resume a la perfección cuando apunta que “este conjunto de síntomas recibe el nombre de síndrome visual informático que, según algunos estudios, afecta a alrededor del 90% de las personas que utilizan el ordenador más de tres horas seguidas al día. La mayoría de los síntomas visuales son solo temporales y se dejan de notar al apagar el ordenador, aunque algunas personas pueden ver reducidas sus habilidades visuales, experimentando visión borrosa, incluso después de dejar de trabajar”.
Síntomas del Síndrome Visual Informático
Antes de pasar a los estragos que puede hacer sobre nuestra visión un uso continuado de pantallas, cabe señalar que el colegio antes citado considera que el SVI “se produce porque los ojos trabajan con más intensidad delante de una pantalla que frente a la página de un libro o revista, debido a factores como la definición de los caracteres, el reducido nivel de contraste, la presencia de deslumbramientos y reflejos en el monitor, las distancias y ángulos de trabajo, etcétera”. Así pues, es probable que si pasas mucho tiempo delante de algún dispositivo de estas características, experimentes alguno de los siguientes síntomas.
- Fatiga visual. Como causa del esfuerzo muscular que realizan los ojos, se sufre cansancio ocular, impidiendo que enfoques bien y provocando que tengas ganas de cerrar los ojos para que se pase esa fatiga.
- Dolor de cabeza. Otro de los síntomas más habituales del SVI es sentir cefaleas en la zona frontal del cráneo, y puede ocurrir cuando hemos acabado de utilizar estas pantallas o durante su uso.
- Irritación, dolor, picor… Los ojos tienden a quedarse secos porque el uso de estos dispositivos provoca que parpadeemos menos. Eso, a su vez, es el origen de la sequedad de nuestro globo ocular, lo que se traduce en una sensación de sequedad, en picores e incluso en ardores incómodos.
- Enrojecimiento. Mantener la vista fija en las pantallas también altera los vasos sanguíneos que pasan por el ojo, los cuales se hinchan cuando se produce sequedad. En este caso se observa un enrojecimiento del globo ocular, el cual, eso sí, debería pasarse transcurrido un tiempo.
- Visión borrosa. Este fenómeno puede darse tanto cuando enfocamos a lo lejos, como cuando lo hacemos cerca. En el primer caso suele ocurrir cuando hemos estado enfocando demasiado tiempo a escasa distancia. En el momento de levantar la mirada y tratar de distinguir algo a lo lejos, es muy probable que al ojo le cueste ver algo sin que aparezca borroso. Asimismo, según el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía, el síntoma de visión borrosa en distancias cercanas “indica normalmente una dificultad para acomodar de forma adecuada, como ocurre en la presbicia o en hipermétropes mal compensados”, y añaden: “Este problema empeora con la edad en ambos casos ya que se va reduciendo la amplitud de acomodación. También conviene recordar que la presencia de astigmatismos no corregidos o alteraciones binoculares puede dar lugar a este síntoma”.
- Visión doble. Puntualmente también es posible que la persona afectada por el SVI no logre enfocar cuando deja de utilizar el ordenador, de manera que se formen imágenes dobles de un mismo objeto.
- Síntomas óseo-musculares. El dolor de espalda, hombros, cuellos, muñecas o manos se produce al adoptar una postura inadecuada o demasiado rígida. “A veces estos problemas pueden estar relacionados con los ojos: el cuerpo puede adoptar posturas que permitan a los ojos realizar el trabajo de una forma más eficiente y confortable, pero a costa de posturas forzadas”, aseguran desde el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía.
- Fotofobia. Finalmente, se puede incluso a padecer fotofobia, es decir, que nuestros ojos sean hipersensibles a la luz.
“Estos síntomas oculares producidos por el uso de dispositivos digitales son temporales y, normalmente, desaparecen al poco tiempo de dejar de usarlos. Pero pueden llegar a ser muy molestos, por lo que es importante aprender a gestionar adecuadamente el tiempo que pasamos delante de las pantallas electrónicas, haciendo los descansos adecuados, para evitar o minimizar este problema”, concluyen desde el colegio andaluz.
Consejos para evitar el SVI
Ese descanso es precisamente uno de los consejos que se han de seguir para no sufrir este síndrome. Otros son los siguientes:
- Sitúate a unos 60 cm. de distancia de la pantalla del ordenador y haz que la vista se dirija ligeramente hacia abajo.
- Haz pausas de al menos 15 minutos cada dos horas y deja que tus ojos descansen. Obviamente si paras de utilizar el ordenador no lo hagas para ponerte con el móvil.
- Trata de parpadear habitualmente para que no se produzca sequedad.
- Utiliza un humidificador o gotas cuando sientas demasiada sequedad.
- No pongas la pantalla en un sitio donde haya reflejos, pues los ojos tendrán que trabajar mucho más.