Marco Herrera
Preguntas
¿Qué es la terapia con mascotas para las personas mayores?
Interactuar en una terapia con mascotas puede ayudar positivamente con problemas físicos y mentales
La terapia con mascotas es una interacción guiada entre una persona y un animal entrenado, la cual también involucra al entrenador del animal. El propósito de la terapia es ayudar a alguien a recuperarse o hacer frente a un problema de salud o un trastorno mental. Los perros y los gatos se usan con mayor frecuencia en la terapia con mascotas, sin embargo, también se pueden utilizar peces, cobayas, caballos y otros animales que cumplen con los criterios de detección. El tipo de animal elegido depende de los objetivos terapéuticos del plan de tratamiento de una persona.
Esta terapia también se conoce como terapia asistida por animales, y a veces se confunde con actividades asistidas por animales. Esta práctica constituye un conjunto formal y estructurado de sesiones que ayudan a las personas a alcanzar objetivos específicos en su tratamiento. Las actividades asistidas por animales involucran más reuniones casuales, en las que una mascota y su adiestrador interactúan con una o más personas para su comodidad o recreación.
Beneficios
Esta práctica se basa en el vínculo humano-animal preexistente, ya que interactuar con una mascota amigable puede ayudar a muchos problemas físicos y mentales. Por ejemplo, puede reducir la presión arterial y mejorar la salud cardiovascular en general, y también puede liberar endorfinas que producen un efecto calmante, lo cual es positivo de cara a aliviar el dolor, reducir el estrés y mejorar el estado psicológico del paciente.
Según el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid (@SaludMadrid), junto con el Hospital 12 de octubre, esta terapia se puede usar de muchas maneras diferentes y los objetivos definidos son una parte importante de ella, mientras que el progreso se registrará y seguirá en sesiones estructuradas. Los objetivos de un programa con mascotas pueden incluir mejorar las habilidades motoras, el movimiento articular, el movimiento asistido o independiente, el aumento de la autoestima, el incremento de la comunicación verbal, el desarrollo de habilidades sociales, aumentar la participación en ciertas actividades y las interacciones con otras personas, e infundir una voluntad motivadora para hacer ejercicio.
Por otro lado, está comprobado que hace más feliz a los pacientes, disminuyendo la depresión y mejorando su perspectiva de la vida. También rebaja la sensación de soledad y el aislamiento dando a la persona un compañero, por lo que también reduce el aburrimiento y la ansiedad debido a sus efectos calmantes.
¿Quién debería considerar este tratamiento?
Hay varios colectivos que pueden verse enormemente beneficiados por este tratamiento, como pueden ser las personas sometidas a quimioterapia, los residentes en centros de atención a largo plazo, las personas hospitalizadas con insuficiencia cardíaca crónica, las personas con trastorno de estrés postraumático, las víctimas de accidentes cerebrovasculares, personas sometidas a fisioterapia para recuperar habilidades motoras o las personas con trastornos de salud mental.
Durante un procedimiento médico, los pacientes pueden tener menos ansiedad si hay una mascota presente. Asimismo, en rehabilitación, pueden estar más motivados para recuperarse y llevar a cabo su terapia y aquellos con discapacidades sensoriales a veces pueden comunicarse más fácilmente con un animal.
¿Cómo se administra?
El médico o terapeuta encargado gestionará el tratamiento y un adiestrador lo llevará a cada reunión y trabajará bajo la dirección del doctor para intentar alcanzar los objetivos. El primer paso es la selección de un animal adecuado, y antes de que un animal y su adiestrador puedan participar, el equipo debe cumplir ciertos requisitos. Un examen físico del animal para confirmar que está inmunizado y libre de enfermedades, un curso de capacitación en obediencia para garantizar el control adecuado de los animales, otro curso instructivo para enseñar al adiestrador sobre la interacción con otras personas y una evaluación del temperamento y comportamiento de la mascota con el entrenador son algunos de ellos.
Una vez que se aprueba un equipo formado por un animal y su cuidador, las mascotas son asignadas para terapia según las necesidades de un paciente específico. El tipo, la raza, el tamaño, la edad y el comportamiento natural del animal determinarán dónde será más útil.
Rendimiento
El éxito de la terapia depende del establecimiento de los objetivos y unas expectativas realistas, así del cumplimiento de los mismos. El paciente y su médico o terapeuta establecerán estos objetivos al comienzo de su tratamiento y también planificarán cómo alcanzarlos y cuánto tiempo llevará. Un doctor supervisará el progreso y ayudará a mantener encaminado al paciente para alcanzar los objetivos, y si el progreso es más lento o más rápido de lo esperado, pueden alterar el plan de tratamiento.