Teresa Rey
Preguntas
Qué tipo de medicamentos pueden afectar a la conducción
Algunos fármacos ingeridos de forma habitual por la población pueden influir en la concentración
Cuando conducimos no solo influye en los reflejos o en mantener una concentración plena el consumo de alcohol o drogas, también lo hacen los medicamentos. De hecho, según la Dirección General de Tráfico (DGT), el 25% de estos productos autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) puede afectar a la conducción, por lo que la lista es muy extensa. Aunque hay que matizar que no todos los fármacos afectan por igual a todos los individuos.
Fijarse en el embalaje
Al margen de esta apreciación, los que sí resultan ciertos son los datos, y la DGT insiste, el 5% de los accidentes de tráfico tienen como causa la ingesta de un medicamento. Además, el 30% de la población española está recibiendo un tratamiento farmacológico, y más del 60% de ese porcentaje tiene que tomar dos o más de estos artículos a la vez.
La cuestión principal se encuentra en los efectos secundarios que producen. Los medicamentos que afectan a la conducción tienen que indicarlo en su embalaje. Además de especificarlo con detalle en el prospecto, deben incorporar un dibujo con una señal de tráfico de peligro y un coche dentro. Así pues si alguno de los que estamos consumiendo lo porta ya estamos en sobreaviso.
Las personas mayores suelen medicarse más, por lo que es importante que lleven un control sobre este asunto, tal y como aconsejan los expertos.
Cuáles son y sus efectos
En cuanto a los medicamentos que más pueden perjudicar al volante, están los ansiolíticos que pueden provocar somnolencia y disminuir la capacidad de atención o de reacción.
Los antidepresivos producen ansiedad, nerviosismo, afectan a la visión que puede tornarse borrosa, a la coordinación y también pueden dar sueño.
La concentración y el hecho de reaccionar con rapidez se pueden ver alteradas con los analgésicos, muy comunes entre todo tipo de población, que en ocasiones desencadenan mareos o somnolencia. Algo similar ocurre con determinados antihistamínicos, que se prescriben en las alergias, o con los antigripales o anticatarrales, que pueden darnos ganas de dormir.
Algunos que se indican para las migrañas, para personas que tienen la enfermedad de Parkinson, diabetes o epilepsia, junto con los hipnóticos o antipsicóticos, son del mismo modo susceptibles de generar efectos a la hora de conducir.
Además de fijarnos en las cajas de los fármacos, ante cualquier duda podemos dejarnos aconsejar por el farmacéutico o preguntar a nuestro médico.