Qué tipos de antidepresivos hay y cuándo están indicados

Si presentamos un cuadro depresivo y el facultativo que nos está ofreciendo atención médica lo considera oportuno, es posible que nos recete algún medicamento específico para tratar este trastorno. Según la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP @SEPsiq), los estudios estiman que gracias a los antidepresivos entre el 50-65% las personas con depresión severa habrán mejorado mucho en comparación con el 25-30% de las que solo se les suministra placebo (una pastilla sin principio activo).

Cómo actúan

Estos medicamentos actúan de diferente manera sobre los neurotransmisores. Esto es así porque se considera que estas biomoléculas se encuentran relacionadas con la depresión, en concreto, la seratonina, la norepinefrina y la dopamina. Así, dichos fármacos afectan a los neurotransmisores con el objeto de mejorar los síntomas depresivos.

De forma genérica, los antidepresivos se indican cuando se sufre una depresión de moderada a severa, y no leve. En casos de ansiedad severa, ataques de pánico o trastornos obsesivo-compulsivos, de la conducta alimentaria, por estrés postraumático y en dolores crónicos.

Antidepresivos en la actualidad

Los más utilizados son los siguientes:

• Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): son los primeros que se suelen indicar ya que sus efectos secundarios son más leves. Además, en general provocan menos problemas si se toman en dosis altas en comparación con otros antidepresivos, indican los expertos. Entre estos encontramos principios activos tales como fluoxetina, paroxetina,  sertralina, citalopram y escitalopram.Entre los efectos adversos de estos fármacos destacan sequedad bucal, dolor de cabeza, náuseas, nerviosismo, problemas para dormir o en las relaciones sexuales.

• Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN): en este caso actúan modulando dos neurotransmisores la serotonina y la norepinefrina. Aquí se engloban duloxetina, venlafaxina, desvenlafaxina y levomilnaciprán.Estos también pueden desencadenar sensaciones parecidas a los ISRS, pero además estreñimiento, falta de energía, estreñimiento o incluso aumentar el colesterol.
• Hay dos tipos más: los tricíclicos y los Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), aunque estos se emplean en menor medida. Los tricíclicos, que están dentro de los antidepresivos más antiguos, presentan más efectos nocivos que los más utilizados por ello apenas se recurre a ellos, a no ser que no se obtenga respuesta a los tratamientos iniciales. Algo similar ocurre con los IMAO, ya que tomarlos implica en ocasiones reacciones negativas importantes, y su ingesta necesita seguir una dieta muy estricta entre otros aspectos. Por ello, lo más normal es usarlos como último recurso.