¿Qué tipos de tos se dan en los mayores y cómo se alivian?
Los más comunes son la tos seca o la productiva y surgen por una infección en las vías respiratorias
La tos tanto en mayores como adultos aparece generalmente cuando hay una irritación de las vías respiratorias. Suele ser uno de los principales motivos de consulta del médico, sobre todo cuando se prolonga en el tiempo. Es una reacción del organismo para eliminar los elementos nocivos que se han instalado en las vías respiratorias y así proteger a los pulmones.
Seca o productiva
Hay distintos tipos, pero las dos más comunes son la tos seca o no productiva, que es cuando no se produce expectoración, y la productiva, en que sí se produce expectoración o expulsión de esputos o flemas.
Cuando la tos dura más de tres semanas puede tratarse de una tos crónica, y detrás puede haber otros trastornos de salud como bronquitis o reflujo gastroesofágico, entre otros.
Las causas más frecuentes de la aguda, es decir, la que dura menos de tres semanas y por tanto que no se considera crónica, son las infecciones de las vías respiratorias altas, sinusitis, rinitis o amigdalitis, reagudización de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o también una neumonía.
De forma menos habitual esta tos puede producirse por una embolia pulmonar o insuficiencia cardiaca. Ocasionalmente la tos se puede formar por la presencia de cuerpos extraños, alimentos en la tráquea o por el humo del tabaco.
El asma puede igualmente causarla igualmente, aunque no resulta tan común, según los expertos. En los asmáticos suelen darse más las sibilancias.
Alerta y tratamientos
La tos puede ser un síntoma de alerta y hay que ir al médico de forma inmediata si viene acompañada de sangre, de disnea o dificultad para respirar, pérdida de peso o fiebre durante una semana. También hay que vigilarla si se tiene infección por VIH o se están tomando corticoesteroides u otros fármacos que inhiben el sistema inmunitario.
Para calmarla, existen principalmente dos opciones farmacéuticas. Por un lado están los medicamentos que la inhiben, los antitusígenos, y que se suelen recomendar en la tos seca; y por otro, los expectorantes o mucolíticos, que ayudan a la expulsión de las flemas y moco, y se aconseja en la tos productiva.
Junto a los medicamentos se aconseja beber mucha agua, no poner la calefacción muy alta y procurar que la habitación tenga una humedad en torno al 40%, además de no fumar y evitar los espacios con humo.
