Características de la diabetes en mujeres mayores

Las mujeres mayores que presenta diabetes tienen que estar más pendientes de una serie de cuestiones. Desde un punto de vista de diagnóstico, síntomas de presentación, controles o tratamientos principalmente, no existen muchas diferencias con respecto a los hombres. Sin embargo, sí las hay en lo relativo a su manejo en situaciones concretas y en lo relativo a pronóstico y complicaciones, especifican desde la Asociación Diabetes Madrid.

Control metabólico

Según explican desde los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), se sabe que la diabetes aumenta el riesgo de padecer enfermedades del corazón y este, en el caso de las mujeres es cuatro veces mayor, en comparación con los hombres, que se reduce a la mitad. Si ya se ha padecido un infarto de miocardio origina mayor mortalidad y una merma superior en la calidad de vida en comparación cuando les acontece a los varones.

Se cree que esto sucede por distintas cuestiones relacionadas sobre todo con el hecho de poseer más factores de riesgo asociados, además de un peor control metabólico. Respecto a este asunto recientemente la Sociedad Norteamericana de Menopausia ha publicado en la revista Menopause, un estudio en el que asegura que las personas que no son metabólicamente saludables, aun estando en su peso, tienen más probabilidades de padecer diabetes.

Según envejece el sexo femenino y pasa la menopausia, aumenta la prevalencia de diabetes, sobre todo en las mujeres que han incrementado su grasa abdominal debido al desarrollo de resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa. Además, las mujeres que no son metabólicamente saludables pueden presentar un mayor riesgo de presentar este trastorno.

Pero, ¿qué es ser metabólicamente saludable? Esta condición se establece en base a unos niveles de azúcar en la sangre, triglicéridos y colesterol de lipoproteínas de alta densidad, así como en la presión arterial y el perímetro de la cintura. Los resultados de la investigación determinaron en las mujeres metabólicamente insalubres aunque de peso normal, así como las metabólicamente saludables con sobrepeso, presentaban un riesgo dos veces mayor de desarrollar esta patología. Así pues a pesar de tener un peso normal, si desde un punto de vista metabólico una mujer no está sana, tiene más opciones de tener diabetes. Por ello, es importante que las mujeres sean conscientes de esta realidad y que tomen medidas para cuidar estos aspectos, indican los especialistas.

Otras complicaciones

Este grupo de población posee también un riesgo mayor de tener otras complicaciones relacionadas con la diabetes, como ceguera, daño al riñón y depresión.

Lo mismo sucede con las infecciones vaginales por hongos, que en caso de las diabéticas es más común, sobre todo, si los niveles de azúcar en la sangre son altos. Con las infecciones urinarias sucede algo similar, pues aunque este trastorno pueden padecerlo más del 50 por ciento de las mujeres, teniendo esta enfermedad asociada, los riesgos son mayores. Disponer de unos niveles altos de azúcar en la sangre y la mala circulación, influyen. En algunas, la vejiga no se llega a vaciar del todo y esto favorece que se multipliquen las bacterias.

Desde los CDC aconsejan que para prevenir las infecciones por hongos y las urinarias, se intente mantener los niveles de azúcar en la sangre lo más cerca posible al rango objetivo. Beber agua en abundancia, usar ropa interior de algodón y orinar con frecuencia en lugar de esperar a que la vejiga esté llena, son algunas de las recomendaciones que dan desde este organismo.

La incontinencia urinaria es asimismo más habitual en féminas diabéticas que en varones diabéticos. Surge antes y suele ser de mayor intensidad. Este trastorno se define por una necesidad constante de orinar tanto por el día como por la noche, así como por las pérdidas de orinar con la tos u otros esfuerzos.

A veces ocurre que se produce una disminución de la sensación de vejiga llena. Es lo que se conoce como vejiga neurógena y que aparece por una complicación de una neuropatía diabética. Esto da lugar a retención de orina e incontinencia por rebosamiento.

El disfrute de las relaciones sexuales se puede ver alterado debido a la aparición de sequedad vaginal, que provoca incomodidad durante el acto. En estos casos es aconsejable dejar de lado la vergüenza que supone abordar estos temas y decirle al médico qué nos sucede pues nos puede indicar el uso de lubricantes vaginales o realizar ejercicios que pueden aumentar una respuesta sexual normal y agradable.

Por último recordar que tras la menopausia, el cuerpo de la mujer genera menos estrógeno, dando lugar a altibajos impredecibles en el nivel de azúcar en la sangre. Si se sube de peso, se aumenta la necesidad de usar insulina u otros medicamentos para la diabetes, por ejemplo. Los sofocos y los sudores nocturnos pueden alterar el sueño, e influir en el manejo del nivel de azúcar en la sangre. Todos estos aspectos se deben consultar con el médico.