Teresa Rey
Preguntas
Cómo funciona el bupropion en los mayores, el fármaco para dejar de fumar que se va a financiar
Su mecanismo de acción es más desconocido que la vareniclina, el otro medicamento que se financiará
El Ministerio de Sanidad ha anunciado que además de financiar la vareniclina (de marca comercial Champix), para dejar de fumar va a incorporar al Sistema Nacional de Salud otro fármaco con la misma finalidad, a partir del 1 de enero de 2020. Se trata del bupropion. Desde el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, presidido por Andrés Zamorano, se asegura que con esta medida se pueden beneficiar alrededor de 83.800 personas lo que tendrá un impacto presupuestario estimado de 7,9 millones de euros el primer año.
En el caso de la vareniclina el coste diario será de unos 2,19 euros por persona, mientras que el del bupropion supondrá 0,66 euros. El tratamiento dura 12 semanas y la prescripción se efectúa por un mes, tras el que se hará una evaluación de su eficacia y se verá si es conveniente seguir o no con el tratamiento.
Según ha especificado Andrés Zamorano, el bupropion ya está financiado por la sanidad pública pero con un nombre comercial, Wellbutrin, cuya indicación es el abordaje de la depresión mayor. En su ficha técnica se matizaba esta indicación, dejando al margen la relativa a dejar de fumar. Y ha recordado que los médicos no pueden prescribir un medicamento con una finalidad diferente a la especificada en la ficha técnica.
Mecanismo de acción
El mecanismo de acción del bupropion es más desconocido que el de la vareniclina. Al menos no se conoce por completo cómo funciona o ayuda a que los pacientes dejen el tabaco. Es un inhibidor selectivo de la recaptación neuronal de dos hormonas cerebrales, la noradrenalina y la dopamina. Por otro lado, posee un efecto mínimo sobre la recaptación de la serotonina, sustancia presente en las neuronas, y no inhibe la acción de ninguna monoaminooxidasa (enzimas relacionadas con los neurotransmisores cerebrales). Los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) fueron el primer tipo de antidepresivo que se utilizó con esta finalidad. Aunque son eficaces en general, se han reemplazado por antidepresivos más seguros y con menos efectos secundarios.
Aunque no se sabe muy bien cómo funciona, se cree que interviene en mecanismos noradrenérgicos y/o dopaminérgicos, que están vinculados a los estados anímicos. Así pues, dicho en palabras más claras, lo que principalmente hace este fármaco es reducir la ansiedad y los síntomas de abstinencia. Se piensa, por tanto, "que produce el aumento de algunas sustancias cerebrales que hacen que disminuya el efecto recompensa y las ganas de fumar", añade Zamorano.
Sus tasas de éxito, cifradas en un 35% de abandono, son muy similares que las de la vareniclina. Ahora bien, la secretaria del Comité Nacional de Prevención del Tabaquism, Leyre Gaztelurrutia, ha matizado que el bupropion tiene más contraindicaciones que el otro fármaco para dejar de fumar que se va a financiar.
Respecto a la depresión
Aunque este medicamento se utilice bajo la marca comercial Wellbutrin, para tratar la depresión, su capacidad para ayudar a dejar el tabaquismo no tiene ningún vínculo con su acción antidepresiva.
Según los expertos, el bupropión tiene una eficacia similar a las terapias de reemplazo de nicotina, y a veces se recomienda su uso junto a algunas de ellas como parches, chicles o inhalador de nicotina, para incrementar sus probabilidades de éxito. En definitiva lo que hace es reducir las ansias por fumar, la irritabilidad, la inquietud y la ansiedad, así como la dificultad para concentrarse y los sentimientos de infelicidad o depresivos.
Contraindicaciones
El bupropion está contraindicado si se padecen convulsiones o se tiene un trastorno alimentario. También si se ha dejado de consumir alcohol de forma repentina o algún medicamento para convulsiones o ciertos sedantes. Si se toma Wellbutrin para la depresión, no se puede ingerir a su vez para dejar de fumar, que es cuando se comercializa bajo el nombre de Zyban.
Tampoco se podrá administrar, tanto 14 días antes como 14 días después de haber ingerido un inhibidor de MAO, como isocarboxazid, linezolid, inyección de azul de metileno, phenelzine, rasagiline, selegiline, o tranylcypromine.
La combinación de la ingesta de alcohol y este producto es especialmente peligrosa pues puede aumentar el riesgo de tener convulsiones. De modo que el caso de beber alcohol regularmente es necesario informar al médico, ya que tal vez sea necesario cambiar los hábitos diarios en este sentido. Además, puede desencadenar estas convulsiones en un bebedor habitual que ha dejado de beber repentinamente la iniciar este tratamiento.
Es vital respetar la posología pautada por el médico para que el tratamiento cumpla con su objetivo. No se debe cambiar la dosis ni dejarlo de tomar a no ser que se presente una convulsión o una reacción adversa, en cuyo caso debemos informar a nuestro médico. Si lo dejamos bruscamente se pueden generar síntomas de abstinencia perjudiciales.
Otro aspecto a tener en cuenta es que una vez iniciada esta terapéutica se puede seguir fumando hasta una semana después. No obstante, esto es algo que nos deberá especificar el profesional de la salud que nos atienda y solo será pertinente que sigamos sus indicaciones para conseguir los mejores resultados.