Teresa Rey
Preguntas
¿Puede la hiperpotasemia aumentar el riesgo cardiovascular en mayores?
Se produce cuando el nivel de potasio en sangre es más alto de lo normal y desequilibra el organismo
La hiperpotasemia o hipercalemia es una condición que se produce cuando el nivel de potasio en sangre es más alto de lo normal. Esta sustancia es un mineral electrólito que se encuentra principalmente dentro de las células humanas. Su presencia es muy importante por las funciones que desempeña, de modo que si se sobrepasan las cantidades recomendadas el organismo reacciona y esta condición tiene distintas consecuencias para la salud de los mayores.
El papel del potasio
En primer lugar, es recomendable hacer un repaso del papel que desempeña este mineral dentro del cuerpo para entender por qué puede alterarnos un exceso del mismo. Por un lado, mantiene la carga eléctrica de la membrana celular, que se necesita para transmitir estímulos nerviosos y musculares, e interviene en el transporte de nutrientes al interior de las células y ayuda a expulsar sus desechos.
Este mineral se obtiene a través de la dieta y los riñones se encargan de mantener el contenido total de potasio en el cuerpo al equilibrar su ingesta con su expulsión. El potasio se elimina sobre todo por la orina, en menor cantidad por las heces o el sudor. Pero si se toma demasiado y supera la capacidad de los riñones de eliminarlo o si hay algún problema en la función renal, entonces pueden aumentar sus niveles.
Si se producen cambios en la concentración de potasio en la sangre se genera una alteración en la transmisión de estímulos nerviosos y musculares, entre los que se encuentra el músculo cardiaco. De hecho, esta sustancia desempeña un papel muy importante en el funcionamiento de las señales eléctricas de la capa muscular intermedia del corazón o el miocardio. Así pues, un potasio alto puede desencadenar arritmias y bloqueos cardíacos.
Quién es más propenso
Después de tener en cuenta todas estas cuestiones, ¿quién tiene entonces más riesgo de presentar este trastorno? Hay más probabilidades si tenemos enfermedad renal crónica, en caso de diabetes, de insuficiencia cardíaca congestiva o si tomamos fármacos que pueden alterar este equilibrio. Estos suelen ser medicamentos para tratar la insuficiencia cardiaca o la presión baja, como los diuréticos, betabloqueadores e inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) que se indican en las cardiopatías.
Hay otras posibles causas, pero son menos comunes como el haberse sometido a transfusiones sanguíneas de gran volumen, quemaduras en grandes partes del cuerpo, VIH, alcoholismo o consumo de drogas que destruyen las fibras musculares y una lesión por un daño muscular.
Los niveles
En general, los niveles normales de potasio se sitúan para la mayoría de las personas entre los 3,5 y 5 mEq/l. o mmol/l. Si se superan los 5 mEq/l es cuando hablamos de hiperpotasemia o hipercalemia, que puede ser leve, moderada o grave. En estos dos últimos casos, es decir, superior a 6.5 mEq/l, realmente estamos ante una emergencia médica, explican desde la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAC).
Por el contrario, si se poseen concentraciones inferiores a 3,5 mEq/l , tendremos una hipopotasemia. Es leve, moderada o grave, si es menor de 2,5 mEq/l. La hipopotasemia leve que es la que comprende valores de entre 3,0 y 3,5 mEq/l, es normalmente asintomática. Con un aporte en la dieta de alimentos ricos en este mineral o con suplementos del mismo, podría solucionarse.
La detección se hacer por medio de un análisis de sangre o en una electrocardiografía, que en muchas ocasiones se efectúan por otros motivos. Ahora bien, al detectarse uno niveles moderados y graves, el laboratorio suele avisar de esta circunstancia. “La concentración de potasio debe reducirse de inmediato y durante el tratamiento se debe monitorizar la función cardiaca”, apunta los expertos de la SEFAC.
Qué síntomas tendremos
Cuando el trastorno es leve, los síntomas apenas se aprecian o ni siquiera se presenta ninguno. En el caso de que sí se den manifestaciones algunas de estas pueden ser pulso lento, débil e irregular, debilidad muscular, entumecimiento de manos, brazos y pies, desvanecimientos si el ritmo cardiaco se ralentiza, náuseas, diarrea, calambres abdominales, etcétera.
El tratamiento tendrá que ser de urgencia tal y como hemos comentado si el nivel de potasio es muy elevado. Este consiste en la administración de calcio vía intravenosa para tratar los músculos y el corazón. También se puede introducir glucosa e insulina vía intravenosa para disminuir los niveles de potasio durante un tiempo hasta que se corrija la causa.
Si la función de los riñones está alterada es posible que sea necesaria diálisis renal, fármacos para eliminar el potasio de los intestinos impidiendo que estos lo absorban, bicarbonato de sodio si se debe a una acidosis además de diuréticos. Al mismo tiempo, seguramente se nos recomiende también limitar la ingesta de suplementos de potasio en el caso de estar tomándolo. Cambiar la administración de algunas dosis de medicamentos para tratar la enfermedad cardíaca e hipertensión, es otra posibilidad.
Prevención mediante la alimentación
En el caso de no tener una enfermedad renal que propicie este trastorno, hay fórmulas para reducir la ingesta de este mineral por medio de la alimentación. Los alimentos que son más ricos en este son espárragos, aguacates, tomates o salsa de tomate, calabaza, espinacas cocidas... También algunos cítricos como los kiwis y las naranjas, el melón, los plátanos, las uvas pasas, las ciruelas y los frutos deshidratados. Antes de reducir estos alimentos, debemos consultar a nuestro médico si es recomendable en nuestro caso adoptar esta medida.