Teresa Rey
Preguntas
¿Los implantes cocleares son también para los mayores?
Representan una opción siempre que la pérdida de audición reúna una serie de características
La pérdida auditiva es un proceso natural asociado al envejecimiento. Se estima que una de cada tres personas de entre 65 y 74 años la posee en algún nivel, y casi la mitad de las personas de 75 años presenta problemas para oír. Este trastorno genera problemas de comunicación importantes y puede mermar la calidad de vida. Desde hace tiempo los audífonos constituyen una de las primeras soluciones a este problema de pérdida de audición, pero también lo son los implantes cocleares aunque se suele recurrir menos a ellos, al menos en España.
Cuándo en mayores
Aunque da la sensación de que solo están indicados para niños recién nacidos con sordera, ya que es para lo que surgieron hace 30 años, los mayores pueden recibir este tratamiento también. Desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC) indican que la Guía de Implantes Cocleares, elaborada por las comisiones de Otología, Otoneurología y Audiología de la Seorl-CCC, establece que los adultos candidatos a esta técnica han de cumplir las siguientes condiciones:
- Tener hipoacusia neurosensorial bilateral de severa a profunda.
- No haber obtenido beneficio o mostrar que se tiene una ventaja mínima con los audífonos después de un período de prueba de 3 a 6 meses.
- Estar convencido de que la mejora auditiva que se va a obtener del implante implica unos beneficios sociales y personales importantes en la vida del afectado.
- Disponer de estudios de imagen que confirmen que la cóclea de la persona mayor puede alojar el electrodo y la presencia del nervio coclear.
Cómo es
Un implante coclear es también un aparato electrónico como el audífono, pero difiere de este en cuanto a la forma de implantación y la técnica, que tiene como finalidad ayudar a dar una sensación de sonido a la persona que lo necesita. Está formado por dos secciones, de modo que una de ellas se coloca detrás de la oreja y la otra se tiene que ubicar debajo de la piel por medio de una cirugía.
Los expertos de la SEORL-CCC especifican que esta operación ha de realizarse en centros implantadores con experiencia y con los equipos adecuados. Además de saber hacer la cirugía se ha de poner en marcha un programa en el que se incluya una selección adecuada del candidato, la correcta realización de la cirugía y la programación del dispositivo. Debe comprender también un proceso de rehabilitación y la coordinación entre los especialistas. El seguimiento y el mantenimiento del aparato han de incluirse de igual modo.
Los implantes cocleares poseen un micrófono que capta los sonidos exteriores, un procesador del habla que pone en orden estos sonidos, y un receptor que recibe las señales del anterior elemento transformándolas en impulsos eléctricos. Por último, posee una serie de electrodos que recogen dichos impulsos y se encargan de distribuirlos a distintas regiones del nervio auditivo. Así pues viendo sus componentes, podemos distinguir que realmente no recupera la audición normal pero sí otorga una representación de los sonidos del ambiente.
Mientras que los audífonos amplifican los sonidos para que los puedan detectar los oídos alterados, los implantes cocleares rodean las partes dañadas y estimulan el nervio auditivo. Este envía las señales que crea el implante al cerebro, que a su vez las identifica como un sonido.
La audición que va a percibir el paciente difiere, por tanto, de lo que entendemos por oír normalmente y por ello requiere de un tiempo de adaptación. De ahí la necesidad de que haya detrás un grupo de profesionales que vaya controlando la evolución del implante. En general, cuando se ha producido esa pérdida de audición lo que hace un implante coclear es ayudar a que los afectados se percaten de los sonidos del ambiente y que lleguen a hablar perfectamente por teléfono con una persona o mantener un conversación normal cara a cara.
Sus evidentes beneficios
Hay varios estudios que avalan los beneficios de la colocación de un implante coclear en mayores. Algunos apuntan a que tiene un efecto protector sobre el funcionamiento cognitivo y así del riesgo de padecer demencia. De forma genérica, contribuyen a una mayor inserción social y calidad de vida de los adultos con sordera profunda. Aumentan así su percepción de seguridad, recuperan la autoconfianza y la autoestima, se comunican de una forma más efectiva y pueden recuperar actividades de ocio aparcadas como escuchar música entre otros.
La SEORL considera vital desarrollar campañas para incrementar el uso de audífonos en personas mayores, pues estos dispositivos son el paso previo al implante coclear. En la actualidad, muchos adultos de edad avanzada no ven con buenos ojos recurrir como solución a una sordera profunda la colocación de un implante coclear, “a pesar de los numerosos beneficios que aportan no solo para recuperar la capacidad auditiva, sino sus relaciones sociales, familiares y afectivas”. Se cree que el hecho de tener que someterse a una cirugía puede frenar en algunos casos el usar esta opción.