Teresa Rey
Preguntas
¿De qué materiales están hechos los marcapasos y qué tipos hay?
Teresa Rey
Foto: Bigstock
Miércoles 5 de febrero de 2020
ACTUALIZADO : Jueves 20 de mayo de 2021 a las 10:53 H
5 minutos
Gracias a estos dispositivos se consigue regular la frecuencia cardíaca en el caso de estar alterada
Un marcapasos es un dispositivo que se coloca cuando se posee alguna alteración en el ritmo cardiaco. Gracias a él este se regula si se padece una frecuencia cardíaca lenta, rápida, irregular o cuando acontece un bloqueo en la conducción eléctrica del corazón. Estimula las aurículas, los ventrículos y también se emplea para evitar que este órgano envíe más impulsos de lo normal.
La batería
Su tamaño es similar al de una caja de cerillas y funciona gracias a una batería. Esta es la que genera los impulsos a través de una serie de circuitos electrónicos. Aunque una vez nos lo implanten deberemos someternos a una serie de revisiones periódicas, hoy en día estos artículos son duraderos.
La carcasa es de titanio y la batería está compuesta de acumuladores de litio y yodo, que pueden durar cerca de diez años. Los electrodos que lo componen pueden ser de distintos tipos, pero sus puntas, que no están aisladas, son de platino, y el número de los mismos dependerá de las necesidades de cada paciente.
El material conductor es el níquel y se aíslan con silicona. Se tienen que anclar al músculo cardíaco, por ello la punta tiene forma de hélice de modo que esto facilita el que quede bien sujeta a él. Los extremos de los electrodos expulsan una sustancia que impiden el rechazo por parte del cuerpo, y así se prolonga su uso.
Tipos
Entre los tipos de marcapasos que hay destacan los temporales y los permanentes. En los primeros, el generador no se implanta en el paciente. Según informan desde la Fundación Española del Corazón (FEC), estos pueden ser transcutáneos y que son los que normalmente incorporan los desfibriladores.
En esta clase, los electrodos se ubican directamente sobre la piel: el electrodo negativo en la parte anterior del tórax y el positivo en la espalda. Por otra parte, en este subgrupo están los intravenosos, que se colocan por medio de una vena central hasta que se conectan con el endocardio.
Los que son permanentes se tienen que implantar subcutáneamente. Se colocan próximos a la clavícula. En el caso de necesitar un solo electrodo se ubica en el ventrículo derecho, pero si son necesarios dos, el segundo se situará en la aurícula derecha. Después se tienen que conectar al marcapasos. El cable se tiene que introducir a través de una vena cercana hasta donde se vaya a colocar definitivamente, y una vez terminado el proceso se deberá verificar que está en el sitio correcto por medio de rayos X. Así quedará situado definitivamente bajo la piel y por último se cerrará la incisión.
Estas intervenciones se suelen hacer bajo anestesia local, de modo que solo se duerme la zona por donde se va a introducir el dispositivo. El paciente permanece, por tanto, despierto durante todo el procedimiento, que se prolonga entre una y dos horas.
Cuando ya tenemos el marcapasos en nuestro interior, serán los electrodos los que se encarguen de mandar los impulsos nerviosos para que el corazón lata de forma apropiada. El generador de impulsos interpretará las señales y la batería será la responsable de mandar los estallidos eléctricos al corazón para que alcance el ritmo adecuado.
Si el ritmo de los latidos supera un nivel concreto la mayoría de los marcapasos lo detectan de modo que se apagan, pero se activan en cuanto perciben que el ritmo del latido es más lento de lo normal.
La revisión de estos aparatos es vital para controlar su buen funcionamiento y nuestro estado de salud. Estos controles los dictaminará el médico y aunque se pueden hacer monitorizaciones a distancia será imprescindible realizar una serie de visitas presenciales.
Este proceso se efectúa a través de un aparato llamado programador y que se coloca justo encima del marcapasos, de modo que este hace una lectura que nos indica en qué estado se encuentra y cómo está funcionando. Si se estima oportuno, con este artículo es posible modificar los controles del marcapasos.
Ahora las baterías suelen durar unos diez años, pero como tienen un tiempo limitado pasado este habrá que cambiarlas. El proceso de la nueva implantación requerirá también de anestesia local. Lo más probable es que los electrodos se mantengan.
Aparatos compatibles
Tenemos que conocer los aparatos que son compatibles con los marcapasos. Algunos de ellos son los de rayos X, los mandos a distancia de la televisión, los microondas, las mantas eléctricas, los detectores de metales, las maquinillas de afeitar eléctricas, las radios de aficionados, etcétera. El médico nos detallará todos estos aspectos. Además, es posible conducir, usar teléfonos móviles (alejándolo 15 centímetros) y mantener relaciones sexuales sin problemas.
Sí hay que avisar que llevamos un marcapasos si vamos a viajar en avión y si acudimos al dentista. No se pueden usar motores con imanes potentes, instrumentos vibradores, máquinas de resonancia magnética o radioterapia, además de otros aparatos que nos indicarán los profesionales de salud.