Teresa Rey
Preguntas
¿Cómo deber ser la alimentación de una persona mayor con hemorroides?
Teresa Rey
Foto: Bigstock
Domingo 26 de enero de 2020
ACTUALIZADO : Miércoles 19 de mayo de 2021 a las 13:14 H
5 minutos
Hay que aumentar el consumo de fibra y evitar algunos alimentos, como los picantes y las grasas
En la formación de las hemorroides tienen que ver, en parte, los hábitos alimenticios, ya que tanto estas como las fisuras anales están relacionadas con el estreñimiento. Se forman dentro del ano o debajo de la piel que lo rodea, y el hecho de hacer esfuerzo para evacuar el intestino es una de las causas de su aparición.
Es un trastorno bastante frecuente, tanto en hombres como en mujeres, sobre todo a partir de los 50 años de edad. Los embarazos, el envejecimiento y el estreñimiento crónico contribuyen a su aparición.
Si al evacuar observamos sangre roja en las heces o en el papel higiénico, es probable que tengamos alguna en el interior, pero ante la duda es necesario acudir al médico para descartar otras patologías más graves.
Su tratamiento dependerá del tamaño de la almorrana, ya que si es pequeña puede solucionarse con algún medicamento o crema específica, pero si es grande, a lo mejor es necesario recurrir a la cirugía.
La dieta
En ocasiones, podemos sentir dolor al hacer las deposiciones, por ello se recomienda seguir una dieta concreta en estas situaciones. Desde la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD @saludigestivo), aseguran que lo más recomendado cuando se tienen hemorroides es mantener una alimentación rica en fibra y beber agua con regularidad a lo largo del día. La cantidad de fibra diaria recomendada es de entre 25 a 35 gramos procedente de diversas fuentes.
Los expertos de la FEAD indican que un incremento del consumo de fibra deber ir siempre emparejado de un aumento de la ingesta de agua y líquidos. Esto es así porque de este modo ayudamos a esta sustancia a aumentar de volumen y el peso fecal necesita absorber agua, pues de lo contrario se podría crear el efecto contrario.
Desde esta institución recomiendan tomar todos los días al menos dos raciones de verduras, que se pueden incluir en algún plato como guarnición, junto a tres piezas de frutas. Estas se han de consumir mejor enteras y no en zumos, pues la mayor parte de la fibra suele encontrarse en la piel o la pulpa. Al mismo tiempo es aconsejable incorporar cereales de desayuno, pan, arroz, pasta, a ser posible integrales o con salvado de trigo, pues de este modo contienen más fibra.
El salvado es muy rico en fibra soluble, y cuando se incorpora en la dieta debe ir acompañado de al menos dos litros de agua diaria. Por otro lado, genera una sensación de saciedad y absorbe las grasas. Es un alimento que se suele mandar cuando se tiene colon irritable, diabetes, sobrepeso y obesidad, entre otros trastornos, ya que ayuda a regular el tránsito intestinal. La avena y las harinas integrales, se pueden incorporar igualmente.
Las fibras solubles se caracterizan por crear una especie de gel dentro del intestino que hace más lento el vaciado, pero a su vez reduce la absorción de glúcidos y lípidos, de modo que ayudan a reducir las cantidades de colesterol malo en la sangre.
Las legumbres constituyen un buen aporte de fibra, de modo que se pueden tomar semanalmente como sustitución de alguno de los cereales mencionados. Como hemos indicado esta alimentación debe ir acompañada de la correcta ingesta de líquidos que, además de agua, puede realizarse por medio de zumos, caldos o infusiones, principalmente.
Grasas y bilis
De forma paralela, hemos de cuidar las grasas que comemos. De hecho, muchas veces ocurre que las personas que comienzan un régimen de adelgazamiento, al reducir las grasas presentan estreñimiento. En este caso, lo aconsejable es incorporar aceite de oliva en las comidas pues este favorece el tránsito intestinal.
Al mismo tiempo, es bueno introducir alimentos que ayuden a la secreción de la bilis. Esta es segregada por el hígado y tiene un efecto laxante además de ayudar a hacer la digestión. Las grasas saludables contribuyen a ello, pero también las alcachofas, la escarola, la endivia y la berenjena. De frutas, la naranja en zumo es la que más contribuye a esta condición.
Hay algunos frutos secos que son buenos en estos casos. Entre ellos destacan las ciruelas secas, los higos, los orejones, las pasas y los dátiles.
Qué evitar
De igual modo, hay una serie de productos cuyo consumo deberíamos evitar en la medida de lo posible como ocurre con los picantes que al evacuar puede irritar las hemorroides y provocar dolor. Tampoco es bueno abusar del café, el tabaco, el alcohol y de sustancia astringentes o que estriñen como el té o el arroz.
A la hora de preparar los platos es mejor dejar al margen los rebozados y frituras, y decantarse por fórmulas menos grasientas, como puede ser el horno, los hervidos, el vapor, la plancha, etcétera. Hacer algo de actividad física ayuda a combatir el estreñimiento, así como masticar bien las comidas, pues de este modo se facilita la labor de la digestión y por tanto se favorece el tránsito intestinal.