Victoria Herrero
Preguntas
¿Qué es la dismetría de cadera? Un problema de salud que también puede afectar a los mayores
El famoso cocinero Dabiz Muñoz, que la sufre, ha devuelto a la actualidad esta patología ósea
Le conocemos desde hace años como uno de los cocineros más innovadores y arriesgados del panorama culinario, no solo de nuestro país. Una dedicación y un trabajo que Dabiz Muñoz (@Dabizdiverxo) traslada de los fogones a otra de sus pasiones, la práctica de running. Sin embargo, hace unos días el célebre chef sorprendía a todos mostrando una radiografía del estado de sus caderas.
Ahí residía el problema óseo que llevaba tiempo arrastrando y que le provocaba intensos dolores. Unas molestias que han hecho que por ahora y hasta nuevo aviso tenga que aparcar las zapatillas de correr. Eso si no quiere acabar en unos años con la colocación de una prótesis debido a una dismetría de cadera.
¿Qué es la dismetría de cadera?
Es el nombre que recibe lo que le pasa a Dabiz Muñoz. En otras palabras, lo que le sucede es que tiene la cadera y la pelvis a distinta altura y totalmente desviadas, en su caso una alteración bastante exagerada pese a ser de un par de centímetros. Un diagnóstico que no ha hecho mella en el prestigioso cocinero que quiere poner todo de su parte para recuperarse satisfactoriamente y que no le perjudique con el paso de los años.
Él tiene apenas 40 años, pero es una patología ósea que también se puede observar cuando se trata de personas mayores. En estos casos dichos problemas pueden dar lugar a la aparición de lumbalgias o de escoliosis (curvatura lateral de la columna vertebral).
Como explica el osteópata Gustavo Martín, esta asimetría no es otra cosa que la diferencia de longitud que exite entre una pierna y otra. Una afección que puede tener su origen en varias causas: malformaciones congénitas, la llamada enfermedad de Perthes que hace que la cabeza del fémur no se desarrolle correctamente durante la niñez, un accidente o traumatismo en la zona o tras una operación de prótesis.
Como recuerda Dabiz Muñoz en sus redes sociales, los intensos dolores que llevaba tiempo sufriendo fueron suficientes para alertarle de que algo no estaba bien en su cuerpo. Unas molestias que sobre todo se reflejan en la zona de las ingles y la cadera, en la parte lumbar, las rodillas o incluso en las plantas de los pies por una mala pisada. Señales que hacen que las personas que sufren dismetría tengan molestias al caminar y vean alterada su marcha como confirman desde la Clínica Universidad de Navarra (@ClinicaNavarra)
Así pues, con estos antecedentes se procede a la realización de una tomografía computarizada de la zona de la pelvis para valorar de manera más exacta el alcance de la lesión. Un análisis donde los expertos pueden ver el tipo de deformidad que tiene el paciente mayor, localizar su área de influencia, además de medir las desviaciones que se han producido.
Con estos datos en la mano se planificará mejor todo lo relativo al tratamiento y posibles métodos de corrección.
¿Cómo se puede tratar esta afección?
Una vez diagnosticado este problema de lo que se trata es de compensar dicha diferencia de alturas que ha originado la dismetría en la cadera. De lo contrario, se seguirán produciendo oscilaciones y el balanceo de esta parte del cuerpo. Y, como consecuencia, un aumento de la distancia, así como un mayor estrés sobre los ligamentos, músculos y piernas. En otras palabras, se agravaría la patología.
Para llevar a cabo el tratamiento lo que se hace principalmente por parte de los expertos es llevar a cabo una terapia ortopodológica que consiste en el uso de un alza o una plantilla especial con mayor densidad y resistencia a la presión. Además, el grosor de la misma hará lo posible por compensar esa dismetría.
Junto a esto, otra acción efectiva es recurrir a ejercicios de fisioterapia para conseguir que se estiren los isquiotibiales. Por ejemplo, en uno de ellos la persona se pone de pie apoyando una pierna sobre una silla. Se mantiene estirada y con los dedos de los pies apuntando hacia arriba. Lo que se hace en este caso es inclinarse con la espalda recta con la idea de tocar con las manos los pies (o donde se llegue).
Otra práctica es tumbarse en el suelo con las piernas estiradas. A continuación, se coge una goma elástica que se engancha en los dedos de uno de los pies y se agarra el otro extremo con las manos. Con la cinta estirada se procede a levantar la pierna hacia arriba. Se vigila en todo momento que la espalda permanezca recta (pegada al suelo) y que la rodilla no se doble. Se repite el ejercicio con la otra pierna.
Aparte de todo esto, no viene mal usar un somier y un colchón que sean resistentes, sentarse en asientos con respaldo anatómico, distribuir el peso a ambos lados del cuerpo (por ejemplo, si se llevan unas bolsas de la compra), practicar algo de natación y llevar a cabo sesiones de masaje o electroestimulación sobre la zona.