Teresa Rey
Preguntas
¿Qué otras alternativas nos permiten estar más despiertos además del café?
Mantenerse bien hidratados y salir a dar un paseo puede ayudarnos a mantenernos más activos
El café tiene cualidades estimulantes debido a su contenido en cafeína. Es por ello que tomar esta bebida nos mantiene despiertos durante un tiempo y recurrir a ella supone una manera de insuflar de energía al cuerpo. Lo que estimula esta bebida básicamente es el sistema nervioso central. Además posee ácidos clorogénicos, y es rica en vitamina B3, magnesio y potasio. La cuestión es que una taza de café media puede contener entre 60 y 125 mg de cafeína, según la Federación Española de Nutrición (FEN).
Ahora bien como ocurre con muchas sustancias, el café tiene también sus contraindicaciones y es cierto que ante determinados problemas de salud los médicos aconsejan reducir su consumo o incluso eliminarlo de la dieta. Uno de estos motivos puede ser el hecho de tener hipertensión. Si tenemos la tensión elevada tendremos que preguntar a nuestro médico si podemos seguir tomándolo. Lo mismo sucede si por ejemplo presentamos algún trastorno del sueño, si padecemos úlcera estomacal o algún problema relacionado con el aparato digestivo, o si estamos manteniendo algún tratamiento con fármacos de modo que su ingesta pueda interferir de algún modo.
Alternativas
¿Qué hacemos entonces para suplir ese efecto estimulador que genera el café? Podemos recurrir a varias medidas. Ya no solo se trata de buscar sustitutos a través de los alimentos, que también los hay, pero es posible adoptar unas medidas que nos ayudarán a estar más despiertos a lo largo del día.
En primer lugar, tendremos que analizar nuestros hábitos pues tal vez sea el momento de modificar algunos de ellos. Una buena manera de mantener activo durante todo el día es desayunar bien. Si conseguimos que nuestro desayuno sea completo e incorpore lácteos, frutas y cereales integrales (lo más naturales posible), estaremos aportando al organismo los nutrientes necesarios para pasar la mañana con más energía y vitalidad. Ahora bien, si percibimos que a mitad de la jornada se nos cierran los ojos podemos tomar un tentempié que nos devuelva dicho estado de ánimo.
También es fundamental que nos mantengamos bien hidratados. Beber agua es clave para nuestro organismo, y además alivia la fatiga. Con el agua ayudamos a que el cuerpo elimine las toxinas y otros productos de desecho del cuerpo. Si además nuestro organismo percibe que no está los suficientemente hidratado hace que el corazón incremente su bombeo para que la sangre se oxigene bien y llegue adecuadamente a otros órganos, y eso puede hacer que nos sintamos más cansados. Además evitaremos otros efectos colaterales de esta carencia como pueden ser los dolores de cabeza o las migrañas.
Si estamos en un espacio cerrado hemos de procurar que se encuentre bien iluminado, que haya vida a su alrededor. Podemos intentar decorarlo con elementos coloridos que nos incentiven en esos momentos de decaimiento y que favorezcan el hecho de permanecer activos y con ganas de hacer cosas. Si dispone de luz natural y un mobiliario en tonos pastel, nunca oscuros, contribuiremos a crear una atmósfera más viva.
El descanso nocturno es también clave. Tenemos que procurar mantener unos hábitos diarios en este sentido procurando dormir siempre a las mismas horas, lo que se consigue por ejemplo yéndonos a la cama a una hora fija y levantándonos igualmente en un horario preestablecido. De esta manera el cuerpo se adapta y es más fácil que descansemos de un tirón durante toda la noche. El hecho de haber descansado bien ayuda a que nos renovemos y al día siguiente nos mostraremos más vitales.
En el momento que notemos que nos vamos a venir abajo porque estamos cansados, pero tenemos que hacer miles de cosas, podemos aprovechar para hacer algo de ejercicio físico. Simplemente con dar un pequeño paseo para despejarnos o hacer en casa algún tipo de actividad que nos distraiga durante unos segundos y active nuestra mente será suficiente. No es necesario realizar algo que sea muy intenso, pero sí que sea lo suficientemente motivador como para que nuestra mente y cuerpo se vuelvan a sentir activos.
Otras opciones
Al mismo tiempo existen distintas bebidas que nos pueden ayudar a estimularnos de una forma parecida al café. Tenemos distinto tipos de té, que contiene teína, aunque se trata de la misma molécula que la cafeína, por lo que si tenemos contraindicado el café, tal vez no podamos tomar esta bebida, por ello es mejor que consultemos con nuestro médico.
Otra alternativa es el agua de coco, siempre que sea natural y sin azúcares añadidos, que es aconsejado por algunos expertos. Destaca su contenido en potasio, sodio, fósforo, calcio y magnesio, además de contribuir a que estemos hidratados.
Como fuente de energía se recomienda realizar algún batido verde a base de frutas y verduras. Si lo podemos elaborar en casa mejor, pues los productos ya preparados poseen otros ingredientes y es probable que parte de sus cualidades nutricionales se pierdan, aunque en algunos casos pueden estar enriquecidos con algunas vitaminas.