Teresa Rey
Preguntas
¿Qué tipo de productos antifatiga hay para calmar los pies de los mayores? ¿Son efectivos?
La mayoría se adquiere en la farmacia o en tiendas especializadas, y ayudan a aliviar el cansancio
Actualmente es posible encontrar gran cantidad de productos para aliviar el cansancio que se refleja en nuestros pies a lo largo del día. La mayoría se adquiere en la farmacia o en tiendas especializadas, y son geles, cremas, espráis, tapetes, plantillas, almohadillas… Pero, ¿qué efectividad tienen estos artículos? ¿Proporcionan realmente el alivio que utilizan en sus reclamos publicitarios?
Algunas singularidades de los pies
Desde el Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid (Copoma @Copomadrid), aseguran que aun siendo el principal soporte de nuestro cuerpo, los pies constituyen una de las partes del mismo que más desatendemos. Y eso que nos permite movernos, caminar, bailar, hacer deporte… Nos soportan todo el día y además tienen unas singularidades que les hace especialmente frágiles.
Entre estas destaca por ejemplo la piel que los recubre. Si bien la situada en el dorso es parecida a la del resto del organismo, no ocurre lo mismo con la zona plantar. Esta carece de glándulas sebáceas, pero tiene en su lugar abundantes glándulas sudoríparas, de modo que se lubrica por el sudor, no por el sebo, tal y como explica Mª José Divins Triviño en el documento Cuidado de los pies (I) .Empezar por la base. Al mismo tiempo esta zona presenta una piel más gruesa y menos melanina, de ahí la coloración más clara de esta.
Al margen de estas características, lo cierto es que al cabo del día los pies pueden dolernos, es decir, presentar fatiga. En esta sensación influyen varios aspectos. Por ejemplo, si trabajamos de pie es probable que esta sea más evidente. Desde el Colegio Oficial de Podólogos de Galicia (Copoga), explican que estar mucho tiempo en esta postura genera una sobrecarga muscular y articular que con el tiempo puede dar lugar a lesiones importantes. Siempre es menos lesivo trabajar de pie moviéndose que permanecer mucho tiempo quieto. Los problemas más frecuentes que surgen son fascitis plantar, tendinitis del tendón de Aquiles, sobrecargas metatarsales y talalgias.
El tipo de calzado que usemos también es determinante, si además de permanecer en una postura durante largos periodos de tiempo empleamos zapatos de tacón o muy estrechso, el riesgo de sufrir percances es mayor.
Para evitar que esto suceda desde el Copoga recomiendan tratar de realizar descansos cortos y frecuentes para caminar y mover los músculos y articulaciones, intentar variar la postura y cambiar el peso de una pierna a otra ayudándonos del reposapiés. En suelos duros recomiendan recurrir a las alfombras anti-fatiga.
Tapetes y plantillas antifatiga
Los tapetes y plantillas antifatiga han demostrado su efectividad en algunos aspectos. Así lo manifiesta el doctor José Luis Vallejo González, en el artículo, Tapetes y plantillas antifatiga. ¿Cuáles son sus verdaderos beneficios?, publicado en la Revista Latinoamaricana de la salud en el trabajo. “En general la mayoría de las investigaciones coinciden en que los tapetes y plantillas antifatiga reducen las molestias al trabajar de pie, sin embargo este beneficio está limitado al tiempo en que estos se utilicen y al material con el que fueron fabricados. “ Además, en muchos de los casos solo proporcionan alivio de ciertas partes del cuerpo.
De los tapetes, se ha demostrado que reducen molestias en la espalda, pero solo tras tres horas de uso. También generan cambios significativos en la temperatura de la piel, de modo que estimulan la circulación sanguínea de las extremidades inferiores. De lo que no hay evidencia, es que disminuyan la hinchazón de piernas o pies o la aparición de factitis plantar.
En lo relativo a las plantillas antifatiga, pueden “disminuir hasta un 68% las molestias de los pies por trabajar de pie o estar caminando y reducir hasta un 50% la hinchazón de los pies”. De igual modo, alivian la fatiga muscular.
De las plantillas, no hay suficiente evidencia para demostrar que palíen las molestias de piernas y espalda o que relajen la musculatura de esta zona. Tampoco de que prevengan la factitis plantar y no resultan eficaces en personas o trabajadores que han de estar de pie durante más de 30 minutos en espacios reducidos.
Geles, cremas y aerosoles
Entre las recomendaciones de los podólogos a la hora de cuidar los pies, se encuentran lavarse estos a diario, secarlos bien entre los dedos, hidratarlos y controlar las grietas y heridas en la piel, pues pueden esconder patologías.
En este ritual podemos recurrir a gran cantidad de geles, cremas y aerosoles formulados para relajar y tratar de forma específica los pies. Los artículos destinados a hidratar contienen urea de entre el 20% o el 30%, y otras sustancias químicas adecuadas. Para que sean efectivos, debemos ser constantes en su aplicación.
Los espráis o geles relajantes contienen distintos elementos que pueden proporcionar un alivio en el momento de esa molestia, pero los podólogos aseguran que los pies no deben doler de una forma continuada y esta condición no debe considerarse como normal. Si el dolor se manifiesta habitualmente es recomendable que acudamos a estos expertos para que descarten otras patologías. Por ejemplo, una talalgia o dolor en la parte posterior del pie o talón, puede ser indicativo de hiperuricemia (gota), psoriasis, secuelas de fracturas o solo un sobreexceso de actividad o sobrepesión, por ello es necesario siempre consultar con un experto.