Teresa Rey
Preguntas
¿Qué son los gérmenes multirresistentes y qué infecciones provocan en los mayores?
Son los patógenos que ofrecen resistencia a dos o más grupos antimicrobianos que tratan infecciones
Los gérmenes multirresistentes son aquellos que presentan resistencia a dos o más grupos antimicrobianos, habitualmente utilizados en el tratamiento de las infecciones, según se especifica en el documento Infecciones/colonizaciones por gérmenes multirresistentes, realizado por varios expertos del Servicio Gallego de Salud (Sergas). Desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI @Sociedad_SEMI) han manifestado que la resistencia bacteriana podría adelantar al cáncer como la causa más probable de muerte para el año 2050, con la aparición de gérmenes resistentes a diversas patologías como la neumonía o la infección urinaria.
Más letales que el cáncer
En esta misma línea, algunos expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han declarado que “esta resistencia podría ser incluso más letal que el cáncer, y matar hasta 10 millones de personas al año”. El problema de no controlar esta situación es que procedimientos como la quimioterapia y algunos tratamientos quirúrgicos o dentales habituales podrían ser cada vez más peligrosos, sobre todo porque llevaría a que las complicaciones infecciosas fueran cada vez más difíciles de tratar.
En general, en los últimos años en España y en todo el mundo, las infecciones por bacterias multirresistentes, también conocidas como “superbacterias”, han aumentado. Las causas son varias, pero una de las más evidentes es el uso indebido de los antibióticos. De hecho, este último año la resistencia bacteriana se ha cobrado la vida de 3.000 víctimas en España.
El principal problema respecto a los antibióticos es que muchos de ellos se pueden tomar sin receta médica, empleándose de forma inapropiada para tratar gripes o resfriados o incluso para abordar a animales de compañía que no presentan ninguna infección. En nuestro país, también se hace una mala utilización de estos medicamentos, pero ya no solo es por una prescripción inadecuada, también influye la duración del tratamiento y la forma en que se administra el antibiótico.
La doctora María Rosa Coll, coordinadora del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitari Sagrat Cor (Quironsalud) Barcelona, asegura que lo que está ocurriendo como consecuencia de este mal uso es que “el paciente cuenta con menos opciones de tratamiento con antibióticos, lo que dificulta e incluso en algunas ocasiones imposibilita la curación de algunas infecciones, llegando a cronificarse”. Por este motivo, se produce un aumento de la mortalidad asociada a las infecciones por este tipo de gérmenes.
Es algo natural
La cuestión es que todo esto sucede porque los patógenos, es decir, las bacterias, los parásitos, los hongos o los virus, pueden desarrollar resistencia a los fármacos que se utilizan contra ellos pasado un tiempo. Este es un fenómeno que acontece de forma natural por los cambios genéticos, pero si los productos que se emplean para combatirlos tiene un uso indebido entonces este proceso se acelera. Si esto sucede de forma tan rápida, el tiempo para descubrir fármacos que hagan frente a las nuevas bacterias es insuficiente.
Para el doctor Francesc Marco, del Servicio de Microbiología del Hospital Clínic de Barcelona, es vital prescribir antibióticos adecuadamente y realizar una detección precoz de los microorganismos resistentes, de esta manera se puede identificar con celeridad si el paciente está o no colonizado. Para ello se pueden efectuar pruebas como cultivos de cribado, tales como “los frotis rectales en determinados pacientes, por ejemplo los que ingresan en una UCI, los procedentes de una residencia o de otros hospitales e implantar metodologías de diagnóstico rápido por parte del laboratorio de Microbiología, que permitan saber lo más pronto posible el tipo de resistencia a los antibióticos que tienen los microorganismos”.
Enfermedades nosocomiales
Las infecciones más difíciles de combatir son las nosocomiales, es decir, las adquiridas durante la estancia en un hospital, algo que para las personas mayores suponen un riesgo ya que cualquier infección puede desestabilizarlas. Las infecciones quirúrgicas causadas por bacterias que penetran en una herida ponen en peligro la vida de numerosos pacientes al año y contribuyen a la propagación de la resistencia a los antibióticos, explican desde la Clínica Universidad de Navarra (@ClinicaNavarra). En los países de ingresos económicos bajos y medios, un 11% de los pacientes operados sufren infecciones, indican desde la OMS.
Esta misma institución recomienda el uso de antibióticos solo antes y durante la cirugía como medida preventiva para evitar problemas de esta clase e impedir la propagación de la resistencia a los antibióticos. Por ello, después no se recomienda prolongar el uso de estos fármacos en el conjunto del tratamiento.
Entre las actuaciones que deben adoptar los facultativos para prevenir las infecciones bacterianas, deben tener en cuenta las medidas de protección del paciente: la higiene de manos frecuente y el uso de bata, guantes y mascarilla cuando está indicado. Algo que están obligados a “cumplir rigurosamente”, explica la doctora Coll. “Además, hay que optimizar la indicación y duración de los tratamientos antibióticos e investigar para conseguir nuevos fármacos con mayor eficacia y menor toxicidad”. De igual modo, se han de adoptar medidas de aislamiento específicas para determinados gérmenes multirresistentes y así evitar la trasmisión cruzada de las infecciones.