Verónica Mollejo
Preguntas
Reemplazo de cadera total o parcial: esta es la mejor opción según un estudio canadiense
Una fractura por caída o un caso de artritis reumatoide pueden requerir un reemplazo de cadera
Muchas personas mayores deben enfrentarse a un reemplazo de cadera, una intervención quirúrgica que supone la única solución a un daño severo en esta articulación, encargada de soportar todo el peso del cuerpo tanto en posturas estáticas como dinámicas.
Este tipo de cirugía consiste en retirar el cartílago y el hueso que están lesionados y reemplazarlos con piezas nuevas artificiales, con el objetivo de aliviar el dolor del paciente, ayudarle a que su cadera funcione mejor y facilitarle movimientos tan esenciales como caminar.
En este sentido, la osteoporosis suele ser la causa más frecuente de un reemplazo de cadera, pues se trata de una enfermedad que afecta notablemente a la movilidad de dicha articulación, además de provocar dolor e hinchazón. Sin embargo, no es la única. Una fractura por una caída, una displasia de cadera, la artritis reumatoide o séptica o algunos tumores óseos también obligan al médico a optar por esta medida.
¿Reemplazo total o parcial?
No obstante, a la hora de entrar en materia, los especialistas deben determinar si el reemplazo de cadera debe ser total o parcial. Un estudio clínico dirigido por investigadores de la Universidad McMaster, en Canadá, y presentado ante la Asociación de Traumatología Ortopédica de Estados Unidos ha revelado cuál es la mejor decisión para esta disyuntiva.
Tras analizar los casos de más de 1.500 pacientes procedentes de diez países de todo el mundo, estos profesionales han llegado a la conclusión de que las personas que tuvieron un reemplazo total de cadera disfrutan dos años después de una función mejor que las que optaron por un reemplazo parcial, aunque en el primer caso el riesgo de complicaciones es mucho mayor. Por eso, la artroplastia total puede no ser siempre la mejor opción.
A pesar de que todavía no hay una evidencia definitiva, los investigadores defienden que el reemplazo parcial de cadera en adultos mayores puede tener resultados igual de buenos que una artroplastia total, es decir, las diferencias entre ambas intervenciones son mínimamente significativas. Además, el reemplazo total es menos accesible, tiene un costo más elevado y un riesgo de muerte en adultos muy significativo.
"El impacto económico de estos hallazgos podría ser sustancial y conducir a un uso más apropiado de valiosos recursos de atención médica", concluye el doctor Thomas Einhorn, coinvestigador principal del estudio.