Teresa Rey
Preguntas
¿Sabes cómo y por qué se forman los cálculos renales?
Cuando los riñones acumulan cristales, puede haber relación con algunos hábitos alimentarios
Los riñones pueden acumular cristales o sales minerales dando lugar a la litiasis renal, una enfermedad que se origina por la aparición en este órgano de piedras o cálculos renales. Estos se forman por las sustancias que lleva la orina y que pueden acabar solidificándose tanto en los riñones como en otra parte de la vías urinarias, como la vejiga.
Tipos de cálculos renales
Los expertos indican que no hay una causa que justifique su aparición, pero como se producen por la acumulación de determinadas sustancias, la dieta puede influir o también el hecho de que la orina no pueda impedir que estos cristales se adhieran.
Hay varios tipos de cálculos renales:
- De calcio: son los más habituales, se producen por el oxalato cálcico, presente en la mayoría de los alimentos. Las nueces, el chocolate o ciertas frutas y verduras tienen grandes cantidades de oxalato.
- De ácido úrico: se suelen formar en quienes beben poco o pierden mucho líquido, los que padecen gota o mantiene una dieta rica en proteínas.
- De estruvita: surgen como respuesta a una infección urinaria cuyas bacterias formas un tipo de amoniaco, que contiene magnesio, amonio y fosfato.
- De cistina: provienen de un trastorno hereditario que provoca que la cistina pase de los riñones a la orina.
Quién es más propenso
Las personas más propensas a tener cálculos renales son las que no tienen una dieta equilibrada y presentan sobrepeso u obesidad. También quienes tienen enfermedades renales quísticas, se hayan sometido a cirugías digestivas de bypass gástrico o si se toman medicamentos tipo diuréticos, entre otros.
Los síntomas más frecuentes son necesidad de orinar con frecuencia y presentar dolor al hacerlo. Dolor con náuseas y vómitos, o de fiebre y escalofríos, dolor intenso en la parte baja del abdomen o en la ingle, sangre en la orina o no poder hacer la micción con normalidad, principalmente.
Si los cálculos son pequeños el tratamiento implicará una mayor ingesta de agua, algún analgésico y también existe la posibilidad de tomar un fármaco que ayude a expulsarlos. En el caso de que las molestias sean muy grandes por el tamaño de los cálculos existen distintas técnicas quirúrgicas para extraer las piedras.