Teresa Rey
Preguntas
¿Son normales las visiones y alucinaciones en personas mayores?
En este sector de la población surgen a consecuencia de alguna demencia o deficiencias visuales
Las alucinaciones visuales en personas mayores generalmente se producen como consecuencia de algún otro trastorno cognitivo o demencia. En ocasiones, en las personas con alzhéimer pueden ser reflejo de un síntoma psicótico que aparece a lo largo de la evolución de esta patología. También pueden surgir a consecuencia de un delirium o síndrome confusional agudo debido a alguna infección que lo desencadena, ya sea de orina, digestiva, por deshidratación o por la ingesta de algún fármaco, entre otros motivos.
Problemas visuales
Hay casos en los que se producen alucinaciones visuales en mayores que no están vinculadas a un deterioro cognitivo ni a un problema de tipo psiquiátrico, sino a una deficiencia relacionada con la esfera visual. Cuando esto sucede, a este fenómeno se le conoce como síndrome de Charles Bonnet (SCB).
Según algunos datos, es un trastorno frecuente que afecta a entre el 10% y el 15% de pacientes con baja visión. Este se da sobre todo en personas mayores y sus principales factores de riesgo son la edad y la pérdida sensorial severa. Generalmente aparece asociado a la degeneración macular, el glaucoma y las cataratas, tal y como se matiza en el trabajo titulado Alucinaciones visuales en ancianos sin deterioro cognitivo: síndrome de Charles Bonnet.
En estos casos, se ha comprobado que las alucinaciones padecidas son complejas, elaboradas y persistentes. Su presencia puede ser temporal, de unos segundos, o incluso todo el día. A veces se prolongan a lo largo de varias jornadas o años, de modo que su frecuencia varía mientras se padecen, al igual que su complejidad.
Cómo son las alucinaciones
En líneas generales, su contenido no está relacionado con aspectos personales, sino que se ven más bien figuras de otras personas, niños, animales o paisajes, por ejemplo, en color y en movimiento. Además, los afectados las pueden hacer desaparecer cerrando los ojos voluntariamente o modificarlas si se lo proponen.
No generan incapacidad, pero sí pueden llegar a ser muy molestas por su aparición constante, lo que puede repercutir en la calidad de vida. El principal inconveniente de este síndrome es que surge en individuos sanos, lo que genera confusión en el diagnóstico. Esto es así porque además los pacientes que las sufren suelen tener una edad avanzada y la tendencia inicial es pensar que se trata de algún tipo de demencia o psicosis.
El abordaje es multidisciplinar y se tienen que valorar otras situaciones que rodean a los enfermos, como las condiciones de estrés, ansiedad, fatiga, etcétera.