Teresa Rey
Preguntas
Síndrome del impostor: expertos dicen que el 70% de las personas lo ha sufrido alguna vez en su vida
¿Qué es y cómo afecta a los mayores?
Cuando tenemos un mal día, los pensamientos negativos nos pueden asolar. En un momento dado, empezamos a minusvalorarnos y a pensar que no valemos para nada, que profesionalmente no servimos y que no somos competentes. Estas ideas pueden cruzarse alguna vez por nuestra mente, el problema llega cuando se convierten en una constante, hasta el punto de que afectan a nuestras actividades diarias. Entonces estamos sufriendo un trastorno denominado en psicología como Síndrome del impostor.
Cuando te sientes un fraude
Los expertos aseguran que el 70% de las personas han sufrido alguna vez en su vida este síndrome. En ocasiones, al tener que mostrar ante un grupo de personas nuestra valía, sentimos cierta debilidad y temor ante lo que puedan opinar. Algo comprensible y humano en una situación concreta, sin embargo, si esta idea se instaura en nuestra mente y empezamos a pensar que somos un fraude, entonces es cuando hay que plantearse que podemos estar enfermos y que necesitamos ayuda.
Se trata de personas que a lo mejor emprenden un nuevo negocio, pero que no se ven capacitadas para vender porque hay otras que llevan más tiempo haciéndolo, y no se consideran lo suficientemente buenas. Opinan que no están legitimadas o no tienen la suficiente experiencia, a pesar de que no son así.
Es muy frecuente que surja entre aquellos que han recibido una educación muy exigente y que no están acostumbrados al fracaso. Pueden haber crecido en un ambiente en el que sus capacidades se han vinculado a su éxito, por lo que mentalmente tienen una gran presión a la hora de cometer errores o no cumplir objetivos.
Autoestima baja
La psicoterapeuta Pauline Clance descubrió en la década de los años 70 que, pese a haber alcanzado grandes logros profesionales, muchas personas tenían la autoestima baja y es así como se le puso nombre a este síndrome. Es un problema que afecta a todas las edades, incluidos los mayores que a pesar de haber alcanzado éxitos importantes en su carrera no los atribuyen a sus capacidades, sino a otros factores.
Varios estudios indican que las mujeres lo suelen sufrir más debido a que, en general, están más sujetas a las críticas y a la evaluación por parte de otras personas, sobre todo en el ámbito laboral.
El Síndrome del impostor puede afectar a nuestro rendimiento laboral si estamos trabajando, y a aislarnos y no desear llevar una vida activa en el caso de que sigamos con estas sensaciones tras jubilarnos. Los expertos recomiendan que nos detengamos un momento a anotar todos los logros que hemos conseguido a lo largo de nuestra trayectoria, así como nuestras habilidades, y darles el valor que se merecen. Rodearnos de seres queridos, ver si realmente aquello que pensamos que hemos hecho mal es incorrecto, y perdir ayuda si consideramos que la necesitamos.