¿En qué consiste el tratamiento de inmunoterapia en pacientes con cáncer?

Quizá a los pacientes con cáncer de pulmón avanzado no les resulte ajeno el concepto de la inmunoterapia. Se trata de una herramienta terapéutica que, en el caso de pacientes oncológicos, hace que se estimule su propio sistema inmnintario para que este pueda actuar frente a esas células cancerígenas.

Y vaya si lo logran en algunos casos. En un estudio dirigido por Jordi Remón (@JordiRemon), responsable de la Unidad de Tumores Torácicos del Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC) del Hospital HM Delfos (@HospitalDelfos) se ha observado que esta técnica, ya sea sola o con la combinación de quimioterapia, ha dado mejores resultados en pacientes con metástasis que nunca han recibido tratamiento. 

Pero no es solo en único tipo de cáncer en el que se ha aplicado. Son muchos los estudios que también han dado pasos importantes en el empleo de la inmunoterapia con buenos resultados en personas que sufren cáncer de colon, con melanoma avanzado, de cabeza, cuello o en algunos casos de leucemia. Sin embargo, es importante resaltar que la inmunoterapia no es igual de efectiva para todos los tipos de cáncer.

La inmunoterapia en la lucha oncológica

Un punto de inflexión en la lucha contra el cáncer. Así hablan estos especialistas del uso de la inmunoterapia. Una terapia biológica que se indica en los casos que la enfermedad está muy avanzada, aunque también se han dado casos de aplicación en pronósticos más iniciales.

Así, gracias a este tratamiento, el sistema inmunitario de esta persona que está enferma responde detectando y destruyendo esas células tumorales. Además, también puede actuar retrasando el crecimiento de las mismas o evitando que la enfermedad se propague por otras partes del cuerpo. 

Estos beneficios se suman a otros tratamientos más habituales como quimioterapia, radioterapia, cirugía... Así, según el caso de cada paciente la inmunoterapia se puede presentar en forma de fármacos para tratar ese tumor, vacunas que estimulan una respuesta contra esa patología o células "entrenadas" para responder al ataque de otras cancerígenas. 

Además, frente a los evidentes efectos secundarios de, por ejemplo, las sesiones de quimioterapia, este tratamiento apenas presenta efectos adversos en no más del 15% de los pacientes que lo reciben.

Razones no faltan para ser optimistas en este sentido. Sin embargo, los especialistas piden cautela en este tipo de tratamientos ya que todavía queda camino por recorrer para derrotar el cáncer.