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El premio Nobel de Medicina Eric R. Kandel ha asegurado, durante una ponencia en la tercera edición del CNS Exeltis Day, organizada recientemente en Madrid, que andar previene, entre otras cuestiones, la pérdida de memoria.
Asimismo, ha hablado sobre cómo se identificaron los diferentes sistemas de memoria en el cerebro humano y cómo se demostró que estaban involucrados en dos formas principales de almacenamiento de memoria neural: la memoria simple para habilidades perceptivas y motoras y la memoria compleja para hechos y eventos. Además, ha ayudado a entender cómo la memoria a largo plazo se refleja en el crecimiento de nuevas conexiones sinápticas.
Eric R. Kandel: Foto Wikipedia
Allí, el experto ha aprovechado para ilustrar también cómo las percepciones sobre el almacenamiento de memoria nos permiten entender las dos formas principales de pérdida de memoria relacionada con la edad, recordando la "increíble plasticidad" que tiene el cerebro y lo importante que es el trabajo para mantenerlo, puesto que "si no se utiliza se pierde".
Respecto a las recomendaciones para prevenir y tratar la pérdida de memoria ha destacado especialmente el caminar, por ser un ejercicio clave para incrementar la liberación de osteocalcina, ya que actúa sobre el cerebro de manera directa.
El Dr. Kandel, Premio Nobel en Medicina, comienza su ponencia sobre la pérdida de la memoria. Gran cierre para el #cnsexeltisday 2020. pic.twitter.com/mdrhdVDlvr
— Exeltis (@Exeltis) January 18, 2020
"Andar no es solo una forma de llegar a un lugar, sino de mejorar la memoria. Por ello, es sumamente importante tanto entre los jóvenes, como los más mayores. Ejercitándonos podemos aumentar la liberación de osteocalcina y atenuar el déficit de memoria. Un cuerpo en movimiento, ayuda a mantener una mente activa y también en movimiento", ha dicho.
Asimismo, ha subrayado la importancia de mantener una dieta baja en grasa animal; controlar la tensión y diabetes; asumir nuevos retos y tareas que aprender, independientemente de la edad; y tener actividad social.
Retrasar el envejecimiento
Por su parte, el bioquímico Juan Carlos Izpisúa Belmonte ha pronunciado la ponencia 'Genética y epigenética del envejecimiento y del rejuvenecimiento', durante la cual ha insistido en que si se logra retrasar el envejecimiento se podrá dejar de tratar enfermedad por enfermedad.
Ha explicado que se conoce "muy poco" sobre el comportamiento de los genes implicados en el envejecimiento, sin embargo se sabe más sobre el epigenoma, todas aquellas marcas químicas que se van añadiendo a ADN a medida que se va creciendo.
El Dr. Juan Carlos Izpisúa cierra la primera jornada de nuestro #cnsexeltisday 2020 hablando de #genética y epigenética del envejecimiento y el rejuvenecimiento. pic.twitter.com/t2SXGewpXf
— Exeltis (@Exeltis) January 17, 2020
"Y conocemos que el epigenoma interactúa con el medio ambiente. El genoma de hace cien años, el de nuestros abuelos, es idéntico, pero no el epigenoma. Por lo tanto, entender cómo cambia mientras envejecemos podría significar el tratamiento de muchas enfermedades. A pesar de que los modelos animales nos han llevado a avances, necesitamos añadir modelos de experimentación más cercanos al ser humano", ha dicho.
En este sentido, ha avanzado que, como los experimentos con monos permiten una "traslación más directa al ser humano", es en ellos donde se ha empezado a estudiar el envejecimiento. Concretamente, ha apuntado que, al aparecer muchas enfermedades en la franja de los 45 a los 55 años, probablemente por el cambio hormonal en este periodo, se trata de investigar los cambios del ovario premenopáusico al postmenopáusico que presentan dichos primates y su incidencia en el envejecimiento.
Y es que, según ha finalizado, la disminución del mecanismo oxidativo que nos ayuda a combatir enfermedades puede estar directamente relacionado con la pérdida de función del ovario. De aquí se podría concluir que aumentar la vida del ovario podría retrasar la aparición de ciertas enfermedades.