Desde hace semanas conseguir una mascarilla en una farmacia se ha vuelto una tarea casi imposible, a la que se unen otros productos como los guantes o el gel de manos para protegerse del coronavirus, que si se encuentran serán a unos precios desorbitados. Pero entre los profesionales preocupa especialmente el riesgo de desabastecimiento de fármacos que pueden ser clave para enfermos crónicos y que se utilizan en pacientes de coronavirus como el paracetamol o más recientemente la hidroxicloroquina o cloriquina, un tratamiento para la artrosis reumatoide.
Hace 10 días, la directora de la Agencia Estatal de Medicamentos (@AEMPSGOB), María Jesús Lamas, anunció en la rueda de prensa que los responsables técnicos y sanitarios realizan diariamente sobre el coronavirus que se estaba practicando con un compuesto que reducía la carga del virus Covid-19, la hidroxicloroquina. En pocas horas, los medicamentos que la contenían, como Dolquine (Laboratorios Rubió) o Plaquenil (Laboratorio Sanofi)–usados para prevenir la malaria y el lupus, o Sarilumab/Kevzara de Sanofi, para pacientes con artrosis en el último caso–, se hicieron virales aumentando su demanda, igual que ha ocurrido con el paracetamol para tratar los síntomas de fiebre y dolor del coronavirus.
Aumento en la demanda de paracetamol
"Durante la semana pasado hubo problemas para conseguir paracetamol de 650gr", afirma Carlos García Rufo, farmacéutico madrileño quien confirma que desde este lunes se está restableciendo el suministro por parte de los laboratorios. Según explican desde el Consejo General de Farmacéuticos (@Farmaceuticos_), la noticia de que Francia había tenido que limitar las dispensaciones de paracetamol ante un incremento significativo de la demanda ha provocado un elevado número de consultas en las farmacias españolas y por lo tanto ha disparado sus ventas. Esto ha ocurrido tanto en su formato genérico de Normon (@Normon_lab) o Cinfa (@CinfaSalud) como en conocidas marcas como Efferalgan (Bristol-Myers Squibb) o Gelocatil (Grupo Ferrer).
El revuelo surgió a partir de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo recomendara para tratar los síntomas del coronavirus y desaconsejara el uso del ibuprofeno como analgésico en aquellos pacientes que presentaran síntomas de infección por SARS-CoV-2, en línea con lo defendido por el ministro francés en su cuenta de twitter. Por eso desde el Consejo General de Farmacéuticos insisten a los ciudadanos en que "no deben hacer acopio de ciertos medicamentos si queremos tenerlos disponibles para quienes más los necesitan”.
Sin embargo, los distribuidores asociados en la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (@Fedifar) aseguran que lo que ha ocurrido en España con el paracetamol han sido "problemas puntuales" y que no hay riesgo de desabastecimiento ya que hay muchos laboratorios españoles que lo fabrican. "Es difícil que se agote porque hay múltiples presentaciones", aseguran. Desde la Asociación Española del Medicamento aseguran que "no hay desabastecimiento de paracetamol", aunque sí ha habido "un incremento de su demanda.
Falta de hidroxicloroquina, un riesgo para los pacientes crónicos
Otros medicamentos que están siendo muy demandados son la cloroquina y la hidroxicloroquina con los que se están tratando a muchos enfermos con éxito. El pasado miércoles la Agencia Europea del Medicamento advertía que su uso solo debe aplicarse en ensayos clínicos o programas de uso de emergencia y para enfermos crónicos, para evitar el desabastecimiento. Pero la realidad es que ya hay escasez tanto en los hospitales, como en las farmacias. "Ahora mismo no está disponible", confirma el farmacéutico consultado por 65Ymás, quien asegura que "esto puede suponer un riesgo para los pacientes crónicos disgnosticados de artrosis reumatoide, la mayoría mayores de 65 años".
Todo ello pese a que para controlar su venta, los farmacéuticos tienen que pedir la receta asignada y rellenar un formulario específico para hacer un seguimiento de los pacientes. Y es que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios retiró el 23 de marzo del canal comercial la hidroxicloroquina y la cloroquina y comenzó la distribución controlada en centros hospitalarios y el canal farmacia. "Dado el stock limitado de estos medicamentos y la demanda para situaciones relacionadas con el Covid-19, “es necesario controlar todo el stock”, aseguraban desde la AEMPS. En España existen actualmente cuatro fármacos cuyo principio activo es la cloroquina o la hidroxicloroquina. Requieren de prescripción médica y su precio en farmacias ronda los 6,75 euros.
La Aemps asegura que hasta nueva orden, estos tratamientos serán priorizados para los pacientes crónicos, ensayos clínicos y para el tratamiento de pacientes ingresados con neumonía. Así, "la Aemps dejó en manos de las comunidades autónomas el control de esta distribución a pacientes crónicos", explican desde FEDIFAR. "Pero es cierto que ha habido problemas con las dispensación, debido a los cambios en la receta electrónica y que muchos pacientes en vez de llevarse una caja, se han llevado dos o más, generando una falta de ellas en las farmacias", explica el director de Comunicación de la distribuidora a 65ymás.
Farmacéuticos piden regular el precio de las mascarillas
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha solicitado al Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) que intervenga temporalmente los precios de determinados productos indicados en la protección del coronavirus, tanto en origen como sus precios de venta al público, para evitar así "el incremento abusivo e injustificado que se ha producido en las últimas semanas", con graves repercusiones para la salud pública.
Así, aseguran que se está observando un aumento desproporcionado en los precios ofertados por proveedores que normalmente no operan en el canal farmacéutico, de productos como geles hidroalcohólicos, mascarillas, y guantes, principalmente. "Podemos estar hablando de mascarillas quirúrgicas que antes costaban 20 céntimos y ahora se venden a 2,3,4 euros, y al ciudadano a 5 euros o más. Mientras que las homologadas que antes costaban 5-7 euros, ahora pueden duplicar o triplicar su precio", explican fuentes farmacéuticas. "Pero a estas últimas no tenemos acceso, porque los distribuidores mayoristas ya no tienen nada", aseguran desde una farmacia madrileña.
Los distribuidores asociados en FEDIFAR sostienen que el Gobierno tienen intervenidas las pocas partidas que hay para los hospitales y que esperan que la venta de mascarillas, guantes e hidro geles se vaya "estabilizando poco a poco", porque ellos no va a "comprar mascarillas a precios desorbitados". Habrá que ver si finalmente el Gobierno se hace eco de estas peticiones, también denunciadas por las asociaciones de consumidores. Por el momento, el ministerio de Consumo está valorando la propuesta, pero necesitaría la aprobación final de Sanidad.