Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorSiguen circulando informaciones falsas y toda clase de dudas sobre si el coronavirus puede transmitirse a través de paquetes o superficies, dada la resistencia del virus sobre distintos materiales, que puede llegar a superar hasta las 24 horas en algunos casos.
Según un estudio publicado en The Lancet, del investigador Emanuel Goldman, la posibilidad de transmisión del Covid-19 a través de superficies es muy pequeña en la vida real. Los expertos de la Organización Mundial de la Salud, por su parte, también indican que los riesgos de contagio al tocar una superficie son muy bajos y no existen casos de evidencia de que el covid-19 se propague por ese medio.
Recientemente, un estudio publicado en la revista Clinical Infectious Diseases, avanzaba que el virus dura en la piel humana 9,04 horas, pero tras aplicar un desinfectante de manos a base de etanol al 80%, el virus queda completamente inactivado de la piel solo 15 segundos después.
Hay muchos estudios sobre la permanencia del SARS-CoV-2 en las superficies. La Agencia de Seguridad Alimentaria (AESAN), en su Información para los Consumidores sobre el COVID-19 y Seguridad Alimentaria, explica que se ha demostrado que el agente causal de COVID-19 persiste durante 24 horas sobre el cartón y varios días en superficies duras, como el acero y los plásticos, en entornos experimentales, con la humedad relativa y la temperatura controladas, y no hay pruebas de que envases contaminados, que hayan estado expuestos a condiciones y temperaturas diferentes, transmitan la infección.
El Ministerio de Sanidad, en la Información Científico Técnica sobre la Enfermedad por coronavirus, COVID- 19, afirma que la permanencia de SARS-CoV-2 viable en superficies de cobre, cartón, acero inoxidable y plástico ha sido de 4, 24, 48 y 72 horas, respectivamente, cuando se mantiene a 21-23 oC y con 40% de humedad relativa. Y en otro estudio, a 22 oC y 60% de humedad, se deja de detectar el virus tras 3 horas sobre la superficie del papel de impresión o un pañuelo de papel.
En cualquier caso, si tenemos contacto con una superficie que pueda tener un riesgo, bastaría con practicar una buena higiene. Con lavarnos las manos con agua y jabón durante un minuto o con solución alcohólica 20 segundos, ya evitaríamos el contagio. El riesgo se establecería cuando tras tocar una superficie contaminada, después nos tocamos la boca, nariz u ojos con las manos (solamente hay un riesgo con el paso directo del virus a una mucosa).
Las autoridades sanitarias establecen que lavarse las manos a conciencia y de forma frecuente y evitar tocarse la cara después de tocar objetos sigue siendo la mejor manera para prevenir contagios. Además de usar la mascarilla y guardar al menos un metro de distancia con las demás personas, dado que es posible que algunas personas infectadas sean asintomáticas y no presenten síntomas o que sus síntomas sean leves.
Recientemente ha ganado peso la teoría de que las gotículas que quedan en suspensión en el aire son las principales responsables de los contagios. Estas gotículas en suspensión, que pueden provenir tanto de la tos, como de un estornudo, como de nuestra propia acción al hablar, pueden ser desactivadas si conseguimos que no se acumulen en exceso en espacios cerrados. Son diversos los investigadores que defienden que el virus se transmite por micropartículas en suspensión, aunque aún no hay evidencias concluyentes.