Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorLa desinformación juega en contra de las personas que padecen alguna enfermedad o patología que no es común y que por sus síntomas puede despertar alarma en las personas que las rodean. Una actitud que agrava la situación de la persona que tiene, ya que además de a los síntomas deben enfrentarse a la actitud de rechazo de la sociedad.
Un ejemplo lo podemos ver en el vitíligo. El vitíligo es una de las afecciones dermatológicas que mayor impacto psicológico causan en los pacientes que la sufren. Se caracteriza por la distribución de áreas despigmentadas, zonas “descoloridas” en zonas del cuerpo, que al ser visibles pueden ser un estigma social y una gran dificultad a la hora de desenvolverse socialmente. Durante los últimos años se ha luchado por hacer más visible esta enfermedad y derribar mitos que se han ido construyendo en torno a ella. Una gran impulsora de esta acción es la modelo Chantelle Brown-Young.
Esta patología no es contagiosa, pero al mismo tiempo no tiene un tratamiento. La destrucción de los melanocitos (encargados del color de la piel) por parte del sistema inmunológico del propio paciente no tiene un freno por parte de la medicina y es que todavía no se sabe cuáles son las causas de este comportamiento por parte del organismo.
El resultado es que las áreas sin pigmento quedan completamente blancas, por lo que el vitíligo resulta más llamativo en personas de piel oscura, aunque no hay una raza o un género más susceptible a esta enfermedad dermatológica. Es más, las personas con una piel muy clara, si no se exponen al sol, no verán esta diferencia en su piel.
Del mismo modo que no diferencia en raza o género, el vitíligo puede afectar a personas de cualquier edad; aunque es frecuente que se presente en la infancia (edad en la que ya se manifiestan síntomas para el 20% y el 30% de los pacientes), y llegando con un diagnóstico claro antes de los 40 años.
A su vez hay que diferenciar en distintos modelos de vitíligo:
Aunque las zonas despigmentadas pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo, son especialmente frecuentes en los pies, las manos, los brazos y las proximidades de la nariz, los ojos y la boca, además de mantener simetría en las articulaciones: rodillas, codos y muñecas.
Los efectos no solamente se quedan en la parte estética, ya que esa zona despigmentada se encuentra sin protección frente a los rayos del sol. Por ello, es muy importante que las personas que tienen vitíligo redoblen sus esfuerzos a la hora de proteger su piel del sol mediante cremas fotoprotectoras de índice elevado (en torno a 50), ropa adecuada, evitar los baños de sol, las cabinas de bronceado y tener especial cuidado en el mar y zonas de alta montaña.
Con estas precauciones el vitíligo es una enfermedad con la cual se puede convivir perfectamente, y esperamos que cada vez de una forma socialmente mucho mejor.