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La disfunción del olfato y/o del gusto es un trastorno que inhabilita la discriminación de los sabores, que depende en gran medida del olfato. Es decir, los personas que la padecen pierden el sentido del gusto y son incapaces de disfrutar de la comida. Esta disfunción suele presentarse debido a infecciones como el resfriado común o la gripe. Sin embargo, actualmente se ha hecho más visible que nunca, ya que la anosmia (pérdida completa del olfato) y la ageusia (pérdida total del gusto) suelen ser dos de los síntomas característicos del Covid, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (@OMS_es): más de 4 de cada 10 pacientes de Covid pasan por ello. La pérdida del olfato y del gusto suele aparecer durante la primera semana de la enfermedad, acompañada de fiebre y tos.
Para muchas personas esta consecuencia puede resultar una verdadera pesadilla puesto que elimina todos los olores que nos envuelven y que nos ayudan para poder percibir las cosas. Además, no poder oler el café recién hecho por la mañana o saborear nuestro plato favorito resulta todo un inconveniente. Al sufrir una afectación en el gusto, puede ser que nos apetezca tomar alimentos ultraprocesados, que contienen cantidades mayores de sales y azúcares. Pero, tal y como recuerdan los expertos, debemos evitarlo y mantener los hábitos de una dieta equilibrada y saludable. Además, también es conveniente mantenernos bien hidratados, así como jugar con las presentaciones de los platos (potenciando los colores y las texturas) para que resulten más atractivos.
¿Cómo recuperarlo?
Si desafortunadamente nos ha afectado esta disfunción del olfato y el gusto, no hay que preocuparse, ya que es algo totalmente habitual. Pese a no existir una terapia específica para tratar este problema, hay algunos tratamientos que sirven para entrenar nuestro sentido del olfato y poder recuperarlo sin ninguna secuela.
Aunque el Covid puede destruir nuestros receptores nasales, estos se pueden regenerar con el paso del tiempo. La mayoría de los pacientes de Covid se recuperan sin necesidad de ayuda a medida que transcurre la enfermedad.
Si la pérdida del olfato y del gusto persiste pasado un mes desde el diagnóstico de la enfermedad, es recomendable acudir al otorrinolaringólogo para comenzar alguna terapia de rehabilitación. Existen entrenamientos olfativosque pueden ayudar a volver a experimentar olores. Expertos del Instituto Clínic de Especialidades Médicas y Quirúrgicas (ICEMEQ) recomiendan la inhalación de algunos alimentos conocidos (limón, canela, vinagre, eucalipto, etc) unos 10 segundos dos veces al día durante tres meses.
Aunque es menos frecuente, la pérdida del gusto puede que no se deba solo a la pérdida del olfato sino a la afectación directa de las papilas gustativas. En ese caso, una vez superado el Covid, el paciente recuperaría el sentido del gusto sin problemas y con bastante rapidez.