María Liébana
Salud
Prótesis dental fija o removible: ¿cuál me conviene?
Reemplazar los dientes que se han perdido es fundamental para mantener una correcta salud bucodental
Los dientes son una parte muy importante de nuestro cuerpo, pero hay una serie de casuísticas que hacen que sea común perderlos con el paso del tiempo. Esto provoca problemas en nuestra salud dental, ya que, con la pérdida dentaria, los dientes adyacentes tienden a desplazarse, provocando problemas masticatorios (que impide una alimentación adecuada), dificultando una correcta higiene oral y haciendo, por tanto, que el paciente tenga un riesgo mayor de contraer enfermedades. Además, dejar la boca sin dientes supone el riesgo de experimentar cambios físicos en nuestro rostro.
Pero los dientes también son una parte muy importante de nuestra imagen. La sonrisa es uno de los rasgos que más nos definen. Tenerla sana y bonita es algo muy valorado por la mayoría de las personas. Por este motivo, reemplazar los dientes que se han perdido es fundamental para mantener una correcta salud bucodental y una sonrisa bonita. Una forma de evitar la pérdida dental es acudir frecuentemente al dentista, cómo mínimo una vez al año, aunque a ciertas edades lo ideal serían dos. En algunos casos el daño provocado no tiene solución, por lo que tendremos que recurrir a las prótesis dentales.
La función de las prótesis dentales es rehabilitar la dentadura en sus funciones fisiológicas, como la masticación y la deglución de los alimentos, así como evitar problemas de pronunciación. Actualmente la oferta de prótesis dentales es muy amplia, pero, en general, todas las prótesis dentales se dividen en dos categorías amplias: las removibles y las fijas.
Prótesis removibles
Las prótesis dentales removibles se caracterizan porque el paciente puede extraérselas en cualquier momento. Hasta hace unos años era la solución más extendida. Actualmente, es la opción más elegida por las personas que no cuentan con las condiciones apropiadas para someterse a la colocación prótesis fijas.
Las prótesis completas removibles son la solución más cómoda en el caso de necesitar recuperar todos los dientes. Estas prótesis abarcan toda la cresta ósea, y aseguran su sujeción gracias a la encía y a la propia composición de la prótesis.
Cuando aún se conservan algunos dientes, se puede recurrir a la colocación de una prótesis parcial removible de resina, que se sujetan en la boca a través de la encía y de los dientes adyacentes mediante unos ganchos metálicos.
Prótesis fijas
Las prótesis fijas, como su propio nombre indica, son aquella que se instalan de forma permanente en la boca. A causa de ello, el paciente no podrá retirarlas, sino que tendrá que acudir al dentista en caso de necesitar extraerlas. Dentro de las prótesis dentales fijas, se encuentra la siguiente clasificación de tipos de prótesis dentales:
Coronas o puentes fijos dentosoportados. Estas prótesis sirven para restaurar uno o varios dientes. Se fabrican tomando las impresiones del resto de los dientes para lograr que mimeticen en tamaño y color. Se colocan sobre los dientes previamente tallados, siendo ellos su único apoyo.
Prótesis fija sobre implantes. Se trata de un tratamiento de Odontología restauradora que se emplea para recuperar la funcionalidad y estética de toda la sonrisa. Las prótesis implanto-soportada se fijan mediante tornillos o cementadas en los implantes que se han colocado previamente dentro de los huesos maxilares.
Prótesis híbridas sobre implantes. Estas combinan la fijación de los implantes con la superficie de la encía para ajustase. Se aconsejan en pacientes con una reabsorción ósea considerable. Se debe tener en cuenta que, para limpiarlas, el paciente debe acudir a la consulta odontológica, donde el dentista extraerá la prótesis para higienizarla y mantenerla en buen estado.