Victoria Herrero
Salud
Ahora más que nunca, sigue estos consejos para proteger tus defensas (y su importante función)
Practicar ejercicio, un buen descanso, una adecuada higiene y una vida tranquila son algunas pautas
Cuídate. Quizá esta sea una de las palabras más repetidas estos días de incertidumbre por la crisis sanitaria que ha provocado la pandemia del coronavirus. Un deseo que no solo se hace extensible entre familiares y amigos que están lejos por estar confinados en sus casas, sino que hasta las mismas autoridades políticas y sanitarias insisten en la necesidad, especialmente en estos momentos, de proteger la salud. Una salud que puede verse tambaleada, ya no solo en las personas mayores, como consecuencia de la infección por el COVID-19. De ahí, que sea necesario proteger las defensas para que el sistema inmunológico esté fuerte ante cualquier amenaza externa.
El sistema inmunitario, clave para luchar contra enfermedades
Se trata de una barrera de defensa natural que tiene el organismo para hacer frente a todo tipo de infecciones, bacterias y virus que quieran dañar el cuerpo y hacer que la salud de una persona se pueda tambalear. Así pues, lo que hace en este caso el sistema inmunológico es reaccionar ante los ataques del exterior en forma de una segregación de anticuerpos para ir destruyendo los patógenos que invaden el organismo. Dicho de otro modo, ante una señal de alarma, el cuerpo ofrece una respuesta inmune; de ahí la importancia clave de asegurar las defensas y el escudo protector del organismo.
Así pues, existen algunos indicadores que pueden poner en aviso a una persona. Situaciones en las que las defensas se han reducido y necesitan un empuje de energía para cumplir su importante función:
- El pelo muestra signos de debilidad y falta de fuerza.
- Dolores musculares y articulares acompañados de un cansancio excesivo.
- En el caso de que se produzcan heridas estas tardan tiempo en cicatrizar.
- Infecciones frecuentes como pueden ser herpes o amigdalitis, por ejemplo; así como fiebre o enfermedades leves (un catarro) que tardan en curarse.
- Episodios de diarreas o vómitos.
Hábitos saludables para proteger las defensas
Pese a lo que se pueda pensar, el refuerzo del sistema inmunitario y de sus defensas no solo pasa por seguir una alimentación completa y equilibrada. Este es uno de los hábitos saludables que se pueden seguir, cierto, pero hay otras muchas acciones beneficiosas que se recomiendamantener sin apenas esfuerzo. Sencillas pautas que revierten de manera más que saludable a la hora de proteger y mejorar el sistema defensivo que tiene el cuerpo ante agentes dañinos externos que lo ponen en jaque.
Así pues, uno de los primeros consejos pasa por tener un descanso adecuado y reparador. No significa que todos tengan que dormir obligatoriamente las clásicas 8 horas ya que cada persona, y más según la edad, tiene un patrón diferente en lo referente a las horas de sueño que su cuerpo y su mente necesitan para volver a activarse cada mañana. Así pues, la falta de sueño no solo se nota en un mayor cansancio que se va arrastrando días y días sino que, en lo relativo a las defensas, se traduce en que la fatiga hace que se tenga menos apetito. Es decir, no se aprovechan bien las vitaminas y minerales de los alimentos.
Otra de las recomendaciones es, en la medida de lo posible, llevar una vida tranquila y alejar los momentos de estrés o ansiedad. De esta forma, el cuerpo no se pondrá en estado de alarma y no afectará a las defensas. Si esto ocurre se precipitará el aumento de las infecciones y enfermedades debido, como recuerdan desde Sanitas (@sanitas), al impacto que se produce sobre la homeostasis natural. Es decir, se alteraría la capacidad que tiene el organismo de mantener un equilibrio interno compensando los cambios que vienen de su entorno exterior. Algo así como un método de autorregulación que tienen los seres vivos.
Por ejemplo, uno de esos factores externos es estar expuestos a un cambio brusco de temperaturas que también afecta a la salud de las defensas ya que en estas situaciones se obliga al sistema inmunitario a forzar una rápida respuesta para adecuarse a dichos grados cambiantes.
Para calmar episodios de nerviosismo y mejorar un estado de ánimo favorable, practicar ejercicio físico de forma regular es una de las mejores soluciones que existen. Así, no solo se refuerza la parte muscular y articular, sino que permite que se concilie mejor el sueño por la noche y que el cuerpo segregue las ya conocidas hormonas de la felicidad. Es decir, el deporte aporta una sensación de bienestar que agradecen las defensas del organismo para seguir cumpliendo su importante misión.
Una rutina deportiva que siempre sea posible se debería practicar en un entorno natural donde no hubiese contaminación. Y es que la polución es otro de los factores que pueden alterar el correcto funcionamiento del sistema inmune en forma de patologías como el asma o la alergia.
Y cómo no... una buena alimentación
Y, como es lógico, una actitud saludable ante la vida se debe acompañar de una dieta completa y equilibrada como recuerdan desde el Departamento de Nutrición de la Universidad de Barcelona (@UniBarcelona). Y es que no es nada nuevo que la alimentación puede hacer mucho por proteger las defensas naturales del organismo. Por ello, un menú adecuado para el sistema inmunológico no echará en falta un buen aporte de vitaminas y minerales presentes en pescados, verduras de hoja verde, frutas, legumbres, cereales integrales, marisco, frutos secos y algo de carne roja. Como es lógico, nada de comer alimentos en mal estado o que por ciertas alergias o intolerancias puedan perjudicar al organismo, así como los que sean procesados. Y lo mismo para hábitos nocivos como el tabaco o el abuso de alcohol.
Por último, un pequeño consejo que ahora resulta más necesario que nunca: es importante mantener una buena higiene. Así pues, gestos tan sencillos y cotidianos como lavarse las manos pueden mantener alejadas muchas enfermedades e infecciones.