Victoria Herrero
Salud
Más del 10% de los contagiados por coronavirus se han infectado por una persona asintomática
Esta circunstancia incide en que la cifra de afectados crezca exponencialmente cada día
El confinamiento en los hogares de manera extrema es una de las medidas tomadas a cabo por las autoridades públicas para evitar la rápida propagación del virus ya conocido por todos, el COVID-19. De esta manera y con el aislamiento social lo que se pretende es reducir los contagios masivos que se están viendo estos días.
Una idea que viene a confirmar un dato importante dado a conocer por un estudio conjunto llevado a cabo por científicos de Estados Unidos, Francia, China y Hong Kong como parte de un proyecto de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (@CDCgov): más del 10% de las personas que han dado positivo en coronavirus se han contagiado debido al contacto directo con una persona que no tenía síntoma alguno en este caso. Una conclusión a la que han llegado tras analizar más de 450 informes de casos de infección en casi un centenar de ciudades chinas.
En pocas palabras, es lo que se conoce, según la investigación, como una transmisión pre-sintomática por la que una persona sin síntomas también puede transmitir el virus a más personas. Un contagio que, para este grupo de expertos, se establece en apenas cuatro días desde que se produce dicha exposición.
Frenar el avance del coronavirus
El coronavirus es un patógeno peligroso que sobre todo ha demostrado su virulencia con los colectivos más desfavorecidos, como es el caso de aquellas personas mayores, especialmente si cuentan con enfermedades crónicas previas. Pero no solo los pacientes de edad avanzada se exponen a que se complique su salud en el caso de dar positivo en coronavirus, sino que se van conociendo también casos graves de jóvenes. De ahí las medidas de confinamiento en los hogares y de limitación de los movimientos para evitar que los positivos por contagio se multipliquen a cada hora de manera descontrolada.
Y es que la rapidez de esta infección, como recuerdan los responsables de este informe, depende sobre todo de dos aspectos a tener en cuenta y que no deben olvidarse hasta que no se haya solventado la crisis sanitaria mundial. Por un lado de cuántas personas se contagian en contacto con una misma persona y, por otro, cuánto tiempo pasa hasta que se propaga. Dos valores que se han disparado como recuerdan los propios expertos sanitarios y se ha visto en las últimas semanas. De ahí que la Organización Mundial de la Salud (@OMS_es) calificara el escenario actual como de pandemia ya que los brotes iniciales se han extendido de manera exponencial con una complicación añadida a la hora de ponerles freno.
Un freno al que, en palabras de los profesionales, se puede intentar hacer frente de manera global con las estrategias de control que se están llevando a cabo. Es el caso de mantener a la población en sus domicilios sin salir (solo en casos de extrema necesidad), cierre de centros educativos y del mayor número posible de empresas, establecimientos y servicios; así como restricciones en los desplazamientos.
Atención a los síntomas
Unas medidas de contención, las vistas anteriormente, que vienen acompañadas de la responsabilidad propia de cada ciudadano a la hora de evitar un contagio en su entorno. Así pues, aunque ya conocidas no viene mal recordar algunas de las mejores acciones que cada uno puede hacer para paliar, en la medida de sus posibilidades, el incremento de los contagios por coronavirus: lavarse las manos de manera regular y de forma correcta, taparse la cara con el antebrazo si se va a toser o a estornudar, así como mantener una distancia de seguridad y usar mascarilla si, por ejemplo, es necesario acudir a la farmacia a por un medicamento de manera urgente.
Unas precauciones imprescindibles para evitar que la tos, la fiebre o la dificultad respiratoria (los síntomas más conocidos) hagan acto de presencia en cualquier momento afectando sobre todo a pacientes inmunodeprimidos. Señales a las que además se puede sumar una más según diversos estudios en los que han participado varias entidades científicas, entre ellas la Universidad de Shangai (@sjtu1896): una posible transmisión fecal-oral del virus; incluso en pacientes que han mejorado en su situación clínica.
Eso sí, como aseguran los responsables de este informe, se trata de resultados preliminares que aunque no se puedan extrapolar a todos los casos sí que es importante que se tengan en cuenta y no se descarte su posible incidencia. Y es que en uno de esos análisis, con algo menos de un centenar de pacientes, se vio una sintomatología que además de la ya conocida mostraba signos de diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal. Es más, incluso se observaron en las heces, en algunos contagiados, restos de carga viral que todavía permanecían cuando las complicaciones respiratorias habían desaparecido.
Por esto y a tenor de estas conclusiones, los expertos defienden que ante un caso sospechoso de coronavirus los profesionales estén atentos a las señales gastrointestinales como otro indicador precoz de la infección para empezar cuanto antes el tratamiento y ganar tiempo ante el peligroso avance del virus. A nivel particular, estos investigadores también añaden una medida más de protección de todas las personas mientras dure el confinamiento en casa: limpiar de manera correcta todas las superficies del baño, así como los objetos de aseo personal como cepillos de dientes.