Salud

El peligro de la intoxicación por monóxido de carbono

Ramón Sánchez-Ocaña

Martes 7 de enero de 2020

4 minutos

El peligro de la intoxicación por monóxido de carbono
Ramón Sánchez-Ocaña

Martes 7 de enero de 2020

4 minutos

La muerte de un joven este fin de semana y la intoxicación de otros tres nos tare a la actualidad el riesgo del monóxido de carbono. 

En monóxido de carbono (CO) es un gas inodoro e insípido y como no es irritante, no se nota su presencia. Ese es su grave peligro y de ahí que se hable de asesino silencioso e incluso de muerte dulce. La gravedad del CO estriba en su facilidad para unirse a la hemoglobina de la sangre. La hemoglobina es la que transporta el oxígeno hacia nuestras células. Pues bien, el CO desplaza al oxígeno de la hemoglobina porque tiene una enorme facilidad para unirse a ella ( hasta 270 veces más que el oxígeno). En estas circunstancias, el monóxido ocupa el lugar del oxígeno y se forma la carboxihemoglobina .Así, las células no reciben su aporte natural y poco a poco se van ahogando. 

Es evidente que el peligro depende de la concentración de monóxido que haya en un determinado ambiente y del tiempo de exposición.

A modo de ejemplo puede citarse que el cansancio que  experimenta un individuo rural cuando se desplaza a la gran ciudad es debido  precisamente al CO que la combustión deficiente de motores vuelca en el aire. Al respirar ese aire se forma carboxihemoglobina que priva de oxigeno a su organismo y le produce ese cansancio al que los habitantes de la ciudad están acostumbrados.

En otros casos, como el ocurrido recientemente, puede deberse a una mala combustión de un sistema de calefacción. El de Colmenar, según los bomberos que acudieron al lugar, de debió a un generador que tuvieron encendido toda la noche.

Hay que tener en cuenta que una concentración del 1 por 100 en el aire que respiramos seria mortal de manera casi instantánea. Una concentración de 500 partes por millón ocasionaría la muerte en poco más de una hora.

El proceso

No avisa. La respiración se hace de manera normal y no hay ningún signo que pueda servir de alarma. Cuando el CO ocupa  hasta entre el 12 y el 25 por 100 de la hemoglobina aparecen náuseas, vómitos, trastornos visuales, dolor de cabeza. Si la intoxicación sigue avanzando, aparece confusión irritabilidad, convulsiones, pérdida de oído, visión borrosa  y se inicia un agarrotamiento muscular. Si continua la inhalación de CO se llega al coma.

Un detalle llamativo es que en muchas ocasiones  , tras el coma, el individuo se pone rubicundo, con una rojez llamativa.

Si la inhalación se produce durante el sueño, el individuo no advierte absolutamente nada.

Intoxicación por monóxido de carbono

De dónde puede provenir el monóxido

El CO aparece siempre que haya una combustión de materiales con carbono en ambientes pobres en oxigeno. Es decir, cuando haya una combustión deficiente.

  • Tubos de escape de los coches.
  • La industria produce el 20 por 100 de CO
  • En los hogares  pueden producirlo los calentadores de agua, cocinas, chimeneas, radiadores de gas cuando no están bien instalados. Y el humo del tabaco que tiene hasta 400 partes de CO por millón
  • Incendios

Qué podemos hacer

  • El primer consejo es ser conscientes de que el CO es un enemigo cercano. Y a partir de ese momento vigilar periódicamente las fuentes de calor de la casa que  utilicen algún tipo de combustión .Todos los años debe inspeccionar los tiros de chimeneas, las rejillas de ventilación y los calentadores de agua
  • Ventilar con frecuencia las habitaciones donde se produzca esa combustión. Comprobar de vez en cuando que las llamas de gas  son azules y no amarillas. 
  • No dormir con estufas encendidas 
  • También puede llamarle al atención si nota que la calefacción (no central) no calienta como antes o si el agua caliente proveniente del calentador, no llega  a la temperatura que acostumbraba. Si aparece hollín en los aparatos de calefacción o de ventilación, puede indicar que la combustión no es correcta.
  • Y nunca deje el coche encendido dentro de un garaje cerrado.

Sobre el autor:

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña (Oviedo, 1942) es miembro del Comité Editorial de 65Ymás. Estudió Filosofía y Letras y es licenciado en Ciencias de la Información. Fue jefe de las páginas de Sociedad y Cultura de El País, y profesor del máster de Periodismo que este periódico organiza con la Universidad Autónoma de Madrid. 

En 1971 ingresa en TVE. En una primera etapa se integra en los servicios informativos y presenta el programa 24 horas (1971-1972). Entre 1972 y 1975 continúa en informativos, presentando el Telediario. No obstante, su trayectoria periodística se inclina pronto hacia los espacios de divulgación científica y médica, primero en Horizontes (1977-1979)​ y desde 1979 en el famoso Más vale prevenir, el cual se mantiene ocho años en antena con una enorme aceptación del público.

Tras presentar en la cadena pública otros dos programas divulgativos, Diccionario de la Salud e Hijos del frío, fue fichado por Telecinco para colaborar primero en el espacio Las mañanas de Telecinco y posteriormente en Informativos Telecinco.

Es colaborador habitual de radio, periódicos y revistas, y autor de una veintena de libros, entre los que destacan Alimentación y nutrición, Francisco Grande Covián: la nutrición a su alcance, El cuerpo de tú a tú: guía del cuerpo humano, Guía de la alimentación y Enciclopedia de la nutrición

En 2019 entró en el Comité Editorial del diario digital 65Ymás, en el que colabora actualmente.

… saber más sobre el autor