¿Se transmite el coronavirus por el aire? La OMS aclara dudas

Las falsas noticias sobre el COVID-19 se propagan con mucha facilidad por las redes sociales y pueden hacer mucho daño, ya que disparan la paranoia e impiden obtener información veraz que es la que nos permitirá seguir las recomendaciones adecuadas. Una de las informaciones que circulan por las redes es que el nuevo coronavirus se encuentra en el aire. 

Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS) una persona puede contraer el COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer el virus si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro de distancia de una persona que se encuentre enferma.

Pero la transferencia aérea es diferente de esa transmisión de gotas, ya que se refiere a la presencia de patógenos dentro del núcleo de las gotas, que pueden permanecer en el aire durante largos períodos de tiempo y ser transmitidos a distancias mayores de un metro. 

Los estudios en aerosoles

Estudios científicos han descubierto que el coronavirus SARS-CoV-2 es detectable en aerosoles hasta tres horas, hasta cuatro horas en cobre, hasta 24 horas en cartón y hasta dos o tres días en plástico y acero inoxidable. Pero la OMS reclama prudencia a la hora de interpretar los resultados de algunos de los estudios publicados recientemente, y está estudiando las investigaciones en curso.

Cabe tener en cuenta, insiste la organización, que estos estudios se han llevado a cabo en un laboratorio, en condiciones experimentales específicas, y usando aparatos nebulizadores que no reflejan las condiciones reales de la tos o el estornudo humano. 

Por ello, la OMS considera que existe poca evidencia científica sobre la transmisión aérea, salvo en casos muy específicos como serían los tratamientos hospitalarios como intubación endotraqueal, broncoscopia, ventilación manual antes de la intubación o cuando se practica traqueotomía o reanimación cardiopulmonar, entre otros. En otras circunstancias, es extremadamente poco probable que haya partículas virales flotando en el aire.

El uso de mascarillas

El uso de mascarillas entre la población puede servir como un medio de control de la fuente de infección, ya que se reduce la excreción de gotas respiratorias de individuos infectados que aún no han desarrollado síntomas o que permanecen asintomáticos. 

De todas formas, debemos tener presente que el uso de mascarillas es solo una medida complementaria y no reemplaza las medidas preventivas establecidas como el distanciamiento físico de más de un metro, la higiene de manos y evitar tocarse la cara, la nariz, los ojos y la boca.