Si haces esto durante 5 minutos al día, reduces el riesgo de demencia

Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg de Baltimore, Estados Unidos, y publicado en The Journal of the American Medical Directors Association llegó a la conclusión que dedicar cinco minutos diarios a una actividad física podría contribuir a reducir el riesgo de sufrir demencia.

Por otro lado, la práctica de ejercicio moderado o intenso está asociada con un 41% menos de probabilidades de desarrollar demencia en un periodo medio de cuatro años. Mientras más actividad física se realiza, menor es el riesgo: los participantes que realizaban entre 35 y 70 minutos semanales reducían su riesgo hasta en un 60%, los que hacían entre 70 y 140 minutos lo disminuían un 63%, y aquellos que superaban los 140 minutos a la semana lograban casi un 70% de reducción.

Más ejercicio, menor riesgo de demencia

El estudio se realizó con una muestra de aproximadamente 90.000 personas, con una edad promedio de 63 años, que utilizaron relojes inteligentes para medir su actividad física. "Nuestros hallazgos sugieren que aumentar la actividad física, incluso tan solo cinco minutos al día, puede reducir el riesgo de demencia en los adultos mayores", explica Amal Wanigatunga, autora principal del estudio.

Con un seguimiento de cuatro años, 735 de los participantes fueron diagnosticados con demencia. Se observó también que por cada 30 minutos de ejercicio moderado o intenso, el riesgo de sufrir demencia disminuía en un 4%. Si bien no se trató de un ensayo clínico, un análisis adicional confirmó que la relación entre el ejercicio y la reducción del riesgo de deterioro cognitivo sigue siendo sólida.

Beneficios para el cerebro

Si bien las autoridades sanitiaras recomiendan que las personas realicen al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana, el estudio refuerza la idea de que cualquier nivel de ejercicio es beneficioso para la salud, aunque este sea durante pocos minutos diarios. Por otro lado, el control de factores como el colesterol, la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre, también contribuyen a la prevención de enfermedades neurdegenerativas como el alzhéimer.

El motivo principal de esto beneficios es que la actividad física que realizan las personas favorece al flujo sanguíneo al cerebro, facilita la eliminación de residuos metabólicos y reduce la inflamación. Mantener un estilo de vida saludable sigue siendo la mejor estrategia para prevenir el deterioro cognitivo.