Psikered
El síndrome posvacacional, también conocido como estrés posvacacional, está relacionado con el proceso de readaptación a la rutina diaria que se experimenta tras el periodo de las vacaciones. Se refiere a una serie de síntomas físicos, psicológicos y emocionales que se manifiestan en las personas durante el proceso de readaptación a las rutinas del día a día.
Estos síntomas no responden a un patrón estándar, sino que cada persona los vive de una forma distinta. A nivel físico, es habitual sentir cierto malestar, cansancio, dolor de cabeza, problemas digestivos, dificultad para conciliar el sueño, etc. A nivel psicoemocional, hablaríamos de cierta tristeza, apatía o desgana, cambios de humor, estados de irritabilidad o irascibilidad, ansiedad o estrés, dificultad de concentración, etc.
Pero, ¿por qué se dan este conjunto de síntomas? La razón principal es que tenemos que adaptarnos a múltiples cambios a nivel de horarios, ritmo sueño-vigilia, hábitos alimenticios, estilo de vida, etc.
En verano solemos dejar de lado el reloj y vivimos el tiempo de forma más relajada y sin prisas, disfrutando de cada momento. Cambia nuestro ritmo de sueño vigilia, retrasándose los horarios en que nos levantamos y acostamos; los hábitos alimenticios también varían, y comemos más lo que nos apetece cuando nos apetece, dedicando más tiempo y cariño a preparar las comidas, aunque sea una simple ensalada; además, organizamos más encuentros en familia y con los amigos, alargando las sobremesas hasta bien entrada la tarde; y dedicamos nuestro tiempo a hacer aquello que nos gusta: leer, pasear, o hacer algo tan sencillo como mirar las estrellas…
Pero cuando acaban las vacaciones y hemos de retomar nuestras actividades profesionales y/o domésticas habituales, todo cambia. Volvemos a la rigidez horaria: tener que madrugar, comer rápido y a una hora determinada, acostarnos antes… Hemos de rendir, estar más concentrados… Volvemos a la vida sedentaria, a las cuatro paredes… Todos esos cambios requieren una adaptación, y si no nos preparamos adecuadamente, la salud se resiente y sufrimos todos esos síntomas, que suelen alargarse entre 10 y 15 días.
Desde Psikered, nos ofrecen una serie de consejos para prevenir o reducir el síndrome posvacacional:
- A nivel preventivo, evitar concentrar las vacaciones en un mismo periodo. Es preferible hacer, por ejemplo, entre 2 o 3 semanas en verano, y repartir el resto de días de descanso durante el año.
- Por supuesto, llevar una vida sana: hacer ejercicio moderado, seguir una dieta saludable y equilibrada y respetar unos hábitos de descanso y sueño adecuados a cada edad.
- ¡No quemar hasta el último cartucho! Adelantar unos días el regreso para que el cambio no sea tan brusco.
- Durante los últimos días, ir ajustando, en lo posible, los ritmos horarios y el estilo de vida al que vamos a llevar a nuestro regreso.
- Volver a las rutinas laborales y domésticas de forma paulatina. Un buen truco para la gente que trabaja es incorporarse a media semana, para que ésta se haga más corta. No pretender resolver todos los temas pendientes el primer día, sino fijarse objetivos alcanzables a corto plazo que nos ayuden a ponernos al día.
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación.
- Y lo más importante: ¡Mantener una actitud positiva y vivir el momento presente con consciencia y optimismo!
Psikered. Red Nacional de Psicólogos que ofrece servicios profesionales de atención y asistencia psicológica y promoción de la salud con cobertura en toda España, trabajando para las personas, familias, empresas e instituciones.