Unas 300.000 personas padecen artritis reumatoide en España

Los síntomas o signos de advertencia de artritis más comunes que se manifiestan en las articulaciones o en la zona que las rodean son cuatro: dolor, rigidez, hinchazón y dificultad para mover una articulación. Si tiene alguno de estos síntomas, y especialmente si persisten durante más de dos semanas o un período más prolongado, es importante que consulte a un médico. Además, podemos tener otros síntomas, que pueden variar según los distintos tipos de artritis, tal y como señala Arthritis Foundation. 

Los síntomas

El dolor de la artritis puede ser constante o puede aparecer y desaparecer. Puede ocurrir en reposo o en movimiento, y puede estar en una parte del cuerpo o en muchas partes diferentes. Además algunos tipos de artritis hacen que la piel que rodea la articulación afectada se enrojezca e hinche, sintiéndola caliente al tacto. Cuando también se produce una hinchazón que dura tres o más días o por más de tres veces al mes debemos consultar con un médico.

La rigidez es un síntoma clásico de la artritis, especialmente cuando la persona se despierta por la mañana o después de sentarse por un periodo prolongado de tiempo. La rigidez matutina que dura más de una hora es una buena razón para sospechar de artritis. Igualmente, si tenemos dificultad para mover una articulación.

Debemos tener en cuenta que el diagnóstico y el tratamiento precoz puede prevenir y limitar el daño a las articulaciones afectadas por la artritis.

Así lo remarcó el Dr. José Mª Álvaro-Gracia, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (@SEReumatologia​) durante el XI Simposio de Artritis Reumatoide de la SER, que se celebró on-line del 1 al 3 de octubre, manifestando que pesar de ser una patología muy incapacitante, el retraso en el reconocimiento de los primeros síntomas por parte del paciente puede hacer que el diagnóstico se retrase, lo cual se une a que el tiempo entre la derivación desde la consulta en Atención Primaria y la consulta de Reumatología de un paciente con artritis reumatoide es, con frecuencia, mayor de lo recomendado. “Esto es muy grave, ya que se pierde un tiempo vital para poder establecer un tratamiento adecuado y poder minimizar las posibles secuelas”, comentó el doctor.

La importancia del diagnóstico

Cuanto más precoz sea el diagnóstico y la aplicación de una estrategia terapéutica adecuada mayor será la posibilidad de evitar los efectos devastadores de esta patología, ya que la inflamación mantenida y no controlada puede acabar dañando los huesos, ligamentos y tendones que hay alrededor de la articulación, lo que conduce a una deformidad progresiva. 

Así, “cuanto antes comienza el tratamiento más posibilidades hay de que la enfermedad se controle y pueda el paciente llevar una vida plena y de calidad”, insistió el Dr. Álvaro-Gracia, también jefe del Servicio de Reumatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. En este sentido, recuerdó que “siempre que un paciente presente dolor articular más acentuado durante el reposo o inmediatamente después del mismo y tumefacción, es decir, hinchazón, debe requerir asistencia médica”.