Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorAntes de la llegada de la COVID-19 era muy común salir a restaurantes, bares, y reunirse con familiares y amigos para compartir momentos y comidas. En alguna de estas ocasiones, nos hemos levantado de la mesa por notamos cómo algo "nos ha sentado mal", pensando que solamente es algo pasajero, pero esto puede ser indicio de una intoxicación alimentaria.
Lo primero que hay que aclarar es que una intoxicación no solamente puede producirse con comida, sino cuando se inhala o toca también un producto nocivo. Entre las principales acciones, además de beber o tragar un alimento que desencadene esta reacción, están el tomar demasiadas medicinas que no se han recetado, inhalar o tragar químicos caseros o absorberlos a través de la piel.
En nuestro cuerpo, son el hígado, los pulmones y los riñones los órganos encargados de filtrar y controlar los componentes que pueden dañar al organismo. Cuando se da una de estas infecciones o daños, estas funciones dejan de realizarse.
Si notamos que un alimento o bebida nos está sentando mal, podremos identificar esta intoxicación ver los distintos síntomas para identificarla:
La respuesta o reacción no es momentánea, sino que a veces los síntomas aparecen de manera lenta o se producen horas después de la exposición.
Lo esencial es mantener la calma. Afortunadamente, las intoxicaciones por alimentación tienen tratamiento, pero una rápida identificación es esencial. Si la persona que está intoxicada o tiene dificultad para respirar, habrá que llamar para que una ambulancia vaya al lugar en el que nos encontremos. No hay que recurrir a los remedios “tradicionales” como ingerir carbón activo, ya que esto no es una opción para revertir la situación.
Existen algunas pautas que nos pueden alejar de protagonizar estos momentos. Entre ellos habrá que evitar comer alimentos en mal estado, no respetar el tiempo de cocción, no repestar la cadena de frío, o comer de forma contínua alimentos de baja calidad.
Al mismo tiempo podremos preparar a nuestro organismo para que, en caso de padecerlo, se enfrente a esta intoxicación con el mejor estado posible. Para ello debemos llevar una alimentación balanceada y de alta calidad, realizar actividad física de forma frecuente, y mantener un buen sueño u horas de sueño dentro de lo recomendable.