65ymás
La pérdida de audición inducida por ruido (también conocida como hipoacusia por exposición a ruido) es una pérdida de audición permanente que se produce por una exposición prolongada a altos niveles de ruido, ya sea en el trabajo, al realizar actividades de ocio o al escuchar música.
En la actualidad, el consenso sobre los efectos del ruido es claro: una exposición promedio de 85 dBA durante ocho horas diarias provoca una pérdida auditiva irreversible. La exposición máxima debe situarse por debajo de los 80 dBA/40 horas tanto en el entorno laboral como a la hora de emplear reproductores de música o amplificadores de sonido personales.
La OMS (@WHO) estima que el riesgo a nivel mundial es el siguiente:
- El 16% de la pérdida auditiva discapacitante en adultos se atribuye al ruido en el entorno laboral.
- 1.100 millones de adolescentes y adultos jóvenes corren el riesgo de sufrir pérdida de audición debido al uso perjudicial de reproductores de música y a su exposición a niveles acústicos nocivos en lugares de entretenimiento.
- 466 millones de personas presentan una pérdida auditiva discapacitante (6,1% de la población mundial).
Por todo ello, el grupo de trabajo Escuchar sin riesgos, situado en el marco del Foro Mundial de la Audición, tiene como objetivo acabar con el peligro que suponen los hábitos que perjudican la audición de las personas en todo el mundo.
Señales de la pérdida auditiva inducida por ruido
Según a Asociación Europea de Fabricantes de Aparatos Auditivos (EHIMA @Hear_it), la pérdida auditiva inducida por ruido puede, en algunos casos, producirse de forma repentina (la llamada pérdida súbita) tras una exposición a algún ruido muy alto, como puede ser el de una explosión o algún otro tipo de estridencia. En estos casos es posible notar de forma clara que se ha perdido parte de la audición. Si te ocurre algo parecido y notas una pérdida auditiva súbita, debes ponerse en contacto de inmediato con un médico u otorrinolaringólogo.
En muchos casos la pérdida auditiva inducida por ruido se desarrolla de forma paulatina, lo que hace más difícil advertirla. Entre los síntomas y señales de la pérdida auditiva inducida por ruido, como ya ocurre en el caso de otros tipos de pérdida, la (EHIMA) destaca los siguientes:
- Dificultades para comprender lo que dice la gente, como si estuvieran murmurando;
- Impedimentos para oír la voz de niños y mujeres;
- Obstáculos a la hora de escuchar lo que se comenta en reuniones y encuentros sociales;
- Problemas cuando hay ruido de fondo, como en restaurantes.
- Si para los demás el volumen de tu televisión está demasiado alto o siempre hablas a gritos, podrías tener ante ti más signos de pérdida auditiva inducida por ruido.
- La pérdida auditiva inducida por ruido a menudo va acompañada de tinnitus o acúfenos, nombre con el que se conoce a los pitidos, zumbidos o silbidos en los oídos.
- Para algunas personas con pérdida auditiva inducida por ruido es común sentir dolor en los oídos al verse expuestas al ruido.
Prevención y cura
La pérdida de audición inducida por ruido se puede prevenir bajando el volumen, reduciendo el tiempo de exposición a ruidos fuertes y/o utilizando protectores auditivos. Pero, lamentablemente, este tipo de pérdida no se puede revertir ni existe cura para el daño auditivo ya producido. Cuando la exposición al ruido deteriora las células ciliadas del oído interno, el daño sufrido es permanente y las células ciliadas no se pueden recuperar.